Ahora, no saben qué será de ellas ni del pequeño Estefan: «Estuvimos dos semanas buscando opciones para quedarnos en Ucrania. Ese tiempo estuve ayudando a niños y adultos como psicóloga. La gente no quiere abandonar su país, pero les digo que ahora solo deben pensar en seguir vivos», dice Anna, que tiene claro que si puede, regresará a Ucrania cuando la guerra termine. «Me gusta pensar que el tiempo pasará rápido y tendremos la posibilidad de volver, pero ahora mismo lo único que importa es vivir». De lo que no tiene dudas es de que aunque esté fuera luchará por «salvar nuestra cultura».
Diplomas para los voluntarios que recogen a los ucranianos en Rzeszów
En medio del drama humanitario que supone que cientos de familias abandonen cada día Ucrania para mantenerse a salvo, la Fundación Caritativa Kolo, que se encarga del traslado de personas desde Truskavets y Leópolis hasta la pequeña ciudad de Rzeszów, en Polonia, sacan tiempo para agradecer a los voluntarios su labor con la entrega de un diploma.