Alemania inicia en Sarre su año electoral con el SPD como gran favorito

J. C. Barrena BERLÍN, COLPISA

INTERNACIONAL

WOLFGANG RATTAY | Reuters

Todos los sondeos auguran un triunfo abrumador de su candidata Anke Rehlinger. El SPD también parte como favorito en las próximas citas con las urnas en Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein

27 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El año electoral en Alemania, con cuatro citas regionales en las urnas, comienza este domingo en el pequeño estado federado del Sarre con un cantado vuelco en las tendencias de voto y un anunciado triunfo de los socialdemócratas (SPD), tan solo tres meses después de asumir la dirección de la coalición con verdes y liberales (FDP) que gobierna en Berlín. Todos los sondeos sin excepción auguran un triunfo abrumador del SPD y su candidata Anke Rehlinger y una clara derrota de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su todavía primer ministro, Tobias Hans, en la región germano occidental que limita con Francia.

El resultado que pronostican las encuestas supondrá un duro revés para el nuevo presidente de la CDU, Friedrich Merz, y los conservadores, que amenaza con repetirse en los próximos meses en Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein. Para el SPD y el canciller federal, Olaf Scholz, supondrá una confirmación para su política de gobierno a nivel nacional.

Hace cinco años los conservadores se erigieron en primera fuerza en Sarre con más de un 40 % de votos de la mano de Annegret Kramp-Karrenbauer, que cedió la jefatura del Gobierno regional a Hans un año después para asumir en Berlín la secretaría general de la CDU y posteriormente suceder a Angela Merkel. Los socialdemócratas debieron entonces conformarse con el segundo lugar al sumar algo menos del 30 % de los sufragios. Las dos formaciones tradicionales han gobernado la región los últimos cinco años en gran coalición ante la falta de alianzas alternativas. En el 2017 tanto Los Verdes como el FDP quedaron fuera del Parlamento de Saarbrücken al no superar la barrera del 5% y solo entraron también en la Cámara los dos extremos del espectro político, el partido de La Izquierda y los ultranacionalistas de Alternativa para Alemania.

Un lustro después, la situación es otra. Las encuestas vaticinan una victoria holgada del SPD que lo acercan al 40% de votos y una derrota clara de la CDU que superaría por poco el 30%. Más comprometida es la situación de las pequeñas formaciones. Las cuatro rondan el 5% de sufragios y corren el riesgo de que alguna de ellas, quizás incluso las cuatro, no consigan escaños para estar representadas en la cámara regional. Especialmente crítica es la situación de La Izquierda después de que su antiguo líder Oskar Lafontaine, que fuera presidente del SPD entre 1995 y 1999, entregará su carné hace diez días tras criticar duramente a su formación, de la que dijo que ya no es «una alternativa a las políticas de inseguridad social y desigualdad». La marcha de Lafontaine, que fue primer ministro del Sarre con el SPD entre 1985 y 1998, amenaza con conducir a La Izquierda al ostracismo en ese Estado, tras llevar a ese partido a máximos históricos del 20% de votos en el occidente de Alemania en las regionales del Sarre de 2009. En 2005 había protagonizado la fusión de un ala disidente de la socialdemocracia alemana con los poscomunistas de la RDA para crear La Izquierda.

Luchas internas Igual de precaria es la situación de los otros pequeños partidos. Los Verdes se encuentran en proceso de renovación en el Sarre tras luchas intestinas por el poder que condujeron el pasado año a que no fueran capaces de presentar una lista de candidatos de ese Estado para las legislativas alemanas. El Bundestag, el Parlamento federal, no cuenta con diputados ecologistas del Sarre. La nueva dirección de Los Verdes en esa región no ha tenido tiempo de darse a conocer entre el electorado. La misma falta de popularidad sufren los liberales, que llevan ya dos legislaturas fuera de la Cámara de Saarbrücken y cuentan con candidatos desconocidos entre la población. Sumergidos en debates internos y luchas por el poder se encuentran también los populistas de Alternativa para Alemania, que han bajado en intención de voto hasta el punto de verse amenazados igualmente con la exclusión del Parlamento regional.

Con Hans en claro declive, debido fundamentalmente a la incapacidad de alcanzar las cotas de popularidad de su antecesora, y Rehlinger con fuerza al alza parece cantado el triunfo socialdemócrata. De confirmarse su victoria, el SPD contará con varias alternativas para formar una alianza de gobierno. Desde una nueva gran coalición con los conservadores como socios en la que los socialdemócratas lleven la voz cantante a buscar un acuerdo de coalición con Los Verdes o los liberales si alguna de estas dos formaciones o incluso ambas consiguen representación parlamentaria. Rehlinger ha manifestado que tiene «una gran simpatía» por una gran coalición, pero no ha descartado la posibilidad de aliarse con los dos pequeños partidos y emular al tripartito que gobierna a nivel nacional.