La defensa de Assange sostiene que este corre peligro en Estados Unidos, porque él podría atentar contra su vida, debido a las condiciones de reclusión a las que sería sometido. Las autoridades de ese país, por su parte, niegan que lo vayan a someter a aislamiento solitario prolongado. El activista, de 50 años, es requerido por la publicación de miles de archivos clasificados relacionados con las guerras de Afganistán e Irak en el 2010 y el 2011. La Fiscalía estadounidense quiere procesarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática y en caso de ser declarado culpable podría pasar hasta 175 años tras las rejas. Sin embargo, desde Washington aseguran que lo más probable que es sea sentenciado a entre cuatro y seis años de cárcel.
Los documentos publicados por WikiLeaks revelaron cómo el Ejército estadounidense había matado a cientos de civiles en incidentes no denunciados durante la guerra en Afganistán, mientras que los archivos filtrados de la guerra de Irak mostraban que las fuerzas iraquíes habían matado a 66.000 civiles y torturado a prisioneros. Estados Unidos sostiene que las filtraciones no solo violaron la ley sino que pusieron en peligro vidas.