Occidente advierte de la «maskirovka»: el engaño ruso para usar armas químicas en Ucrania

Manuel Varela Fariña
Manuel varela REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin
El presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin Reuters

Denuncian que Moscú fabrica pruebas sobre la presencia de armamento químico estadounidense para justificar su empleo en la invasión

11 mar 2022 . Actualizado a las 19:03 h.

Es un subterfugio, una maniobra de engaño sobre la que teorizó Sun Tzu hace tres milenios en El arte de la guerra y que Moscú lleva siglos perfeccionando hasta ponerle nombre. La maskirovka (mascarada, en español) es una estrategia militar que sirvió al Kremlin para justificar sus invasiones y agresiones a otros países. Esta semana la ha vuelto a utilizar. O, al menos, así lo interpretan Ucrania y las potencias occidentales, que alertan de que el Gobierno de Vladimir Putin ha fabricado un casus belli para, en esta ocasión, emplear armamento químico en su ofensiva hacia Kiev y el este del país.

Rusia marcó la jugada solicitando una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar este viernes «las actividades militares biológicas de Estados Unidos en el territorio de Ucrania». Según Moscú, su Ejército descubrió pruebas de una «eliminación de emergencia» de rastros de un supuesto programa biológico-militar desarrollado en Ucrania y financiado por Estados Unidos. Entre los patógenos detectados habría peste, el ántrax, la tularemia, el cólera y otras enfermedades mortales. Tanto Washington como Londres salieron pronto a desmentir la existencia de ese material bélico y avisaron sobre la maniobra rusa. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, advirtió de la fabricación de «falsas» acusaciones rusas contra Estados Unidos y recordó que el Kremlin «tiene un gran programa de armas biológicas y químicas» y un «historial de inventar mentiras». Además, el presidente Joe Biden se dirigió este viernes a Putin para recordarle el «alto precio» que pagará si usa armas biológicas en Ucrania.

Escenario sirio y banderas falsas

El ministro de Tecnología británico, Chris Philip, mantuvo este viernes la línea marcada el día anterior por el primer ministro Boris Johnson: «Se está creando una falsa narrativa de que Ucrania usa armas químicas, algo ridículo y totalmente ficticio». «Lo hacen a veces para prepararse [en alusión a un ataque], pero espero que no lo estén contemplando esta vez. El uso de armas químicas en cualquier escenario de guerra es totalmente inaceptable», continuó.

Y así respondió también Volodimir Zelensky, quien rechazó en la madrugada del viernes las acusaciones rusas. «Los rusos dicen que presuntamente estamos desarrollando armas biológicas y que estamos preparando un ataque químico. Eso me preocupa realmente porque si tú quieres saber cuáles son los planes rusos, hay que ver de lo que los rusos les acusan a otros», expuso el presidente ucraniano, que se mostró irónico con su homólogo ruso: «¿Qué más ha preparado para nosotros?».

El Ministerio del Interior ucraniano, Vadim Denisenko, añadió que los rusos «podrían estar preparando un escenario sirio». El centro de estudios estadounidense Institute for the Study of War (ISW) recordó esta semana que el Kremlin «apoyó ataques con armas químicas sobre civiles» en Siria, acusando de la autoría de estos a las fuerzas rivales. «Rusia es cómplice de esos bombardeos, pero no hay pruebas de que Rusia lidere estos ataques», explica la investigadora Katherine Lawlor, si bien Estados Unidos señala a Moscú como último responsable.

El ISW advierte también de que en Ucrania se repita el uso de las «banderas falsas» empleado en Siria: disfrazar al rival como autor de los ataques químicos que inflija Moscú.