De Sada a la frontera polaca en furgoneta para recoger a siete mujeres y niños ucranianos

Manuel Varela Fariña
m.varela REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

José Larrea planea conducir más de 3.200 kilómetros este martes para llevar provisiones y acoger refugiados. Necesita un traductor que le acompañe y pide colaboración para financiar el desplazamiento

05 mar 2022 . Actualizado a las 19:36 h.

«No puedo combatir, pero sí conducir. Es mi forma de ayudar», argumenta José Larrea, un vecino de Sada que se dispone a viajar la próxima semana más de 3.200 kilómetros hasta la frontera de Polonia con Ucrania para recoger a siete refugiados de la guerra. Planea hacerlo ya este martes, en una furgoneta cargada de provisiones y productos de primera necesidad, y busca colaboración para no hacerlo solo, aunque advierte que, de no conseguirla, hará el desplazamiento de todas formas.

Son más de 30 horas sin parar entre la localidad coruñesa y la ciudad de Lublin, la más importante antes de llegar a Ucrania. La barrera idiomática, tanto con los polacos como con los refugiados ucranianos, es un problema que espera solventar con la ayuda de un traductor que le acompañe en el viaje y con el que pueda turnarse al volante y compartir gastos. Para hacer más asequible este desplazamiento, Larrea contactó ya con empresas locales de alquiler de furgonetas, que por lo que ha hablado con ellos se muestran «receptivos» a participar en esta misión solidaria. De no ser así, este vecino de Sada tendría que desembolsar unos 700 euros solo para costear el préstamo del vehículo.

También está hablando con cadenas de supermercados para llenar la furgoneta rumbo a la frontera. «La mayoría son mujeres y niños, por lo que tendríamos que llevar potitos, pañales, compresas, leche, gasas... Todo lo que les pueda hacer falta», comenta. Una vez allí, descargarían todas esas provisiones para que los voluntarios puedan repartirlas a los recién llegados desde Ucrania y transportar de vuelta a Sada a siete refugiados.

Larrea, padre de acogida desde hace seis años, dice que se ha «sensibilizado mucho» con la dramática situación de los ucranianos que huyen de la guerra. «Después de ver todo lo que está pasando en los medios, decidí marchar como sea», explica. Reconoce que ir solo le costará «mucho dinero», pero no ha abierto aún ninguna campaña de crowdfunding o de mecenazgo. Solo pide colaboración y, sobre todo, encontrar a ese traductor que le facilite las cosas en el camino y una vez allí. Cualquier persona interesada puede ponerse en contacto con él en la dirección de correo larrea66@gmail.com.

Otro de los temas que intenta resolver antes de salir el martes es facilitar las cosas a los refugiados que acoja una vez en Sada. «Esa gente está pasando por algo terrible, necesitarán apoyo psicológico», apunta. En su casa dice no tener mucho espacio, pero sí el suficiente para hospedar gente «el tiempo que necesiten». Llama también así a que no solo conduzca la furgoneta hasta la frontera polaca, sino que le acompañe también una caravana de coches hasta allí.