El ejemplo de Paulo y Héctor ha cundido y explican que a lo largo del fin de semana una treintena de coches de toda España partirán hacia Polonia para intentar traerse a más refugiados. Algunos de esos vehículos partirán de Santiago y Ferrol. Otra pequeña gran muestra de solidaridad.
«Cuando dejaron atrás su país percibí tristeza, dureza y también tranquilidad»
Paulo Ribeiro acababa de llegar a su casa, el pasado lunes, cuando recibió la llamada de Héctor Pérez en la que le preguntaba si se iría con él a la frontera ucraniana para traerse a España refugiados. Le dijo que estaba loco y le colgó, pero luego lo pensó mejor. Descartaron la idea de llevar las furgonetas del trabajo por la incomodidad que supondría para los pasajeros e intentaron, sin éxito, alquilar un autocar, así que al final desistieron de esa idea y se subieron a sus coches.