Continúa el éxodo de empresas en Rusia: Exxon Mobil, Galp y Siemens paralizan sus operaciones

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

SVEN HOPPE

Otras firmas como Apple, Adidas, Ford, Boeing, Nike, Maersk, General Motors, Harley, BP, Shell o TotalEnergies han dicho adiós

02 mar 2022 . Actualizado a las 20:11 h.

«Apoyamos plenamente todas las sanciones. Por eso, todos los nuevos negocios y los envíos internacionales a Rusia quedan suspendidos mientras evaluamos las repercusiones de las sanciones». Así anunció el gigante alemán, Siemens, que se sumará a la larga lista de multinacionales que han decidido en las últimas horas poner fin a sus vínculos comerciales con el país del este, como represalia contra el Gobierno de Vladimir Putin, empeñado en continuar la guerra en Ucrania. «Nos oponemos con total rotundidad a la invasión y nos unimos a la comunidad internacional en su llamada a la paz», subrayaron.

La firma alemana, que es la tercera mayor cotizada del país, está especializada en la construcción de trenes y en la prestación tanto de servicios como de software a otros fabricantes, por lo que las sanciones a la exportación de equipamiento de alta tecnología y transporte, golpea a su negocio ruso de lleno. 

Siemens Energy, que se escindió del grupo en el 2020, también ha detenido todas las actividades en Rusia, según informa el Financial Times, donde recuerdan que antiguos y actuales empleados de las compañías afrontan procesos penales en Alemania por saltarse las sanciones impuestas en el 2014, a costa de la invasión de Crimea. Al menos cuatro turbinas de gas de Siemens se enviaron a Rusia en el 2016, pero acabaron en la península invadida por Moscú. 

La petrolera estadounidense ExxonMobil también ha hecho las maletas. Este mismo martes anunció que abandonará inversiones por más de 3.600 millones de euros en Rusia, según Reuters, y dará carpetazo a nuevos proyectos en ese país. «Lamentamos la acción militar de Rusia, que viola la integridad territorial de Ucrania y pone en peligro a su pueblo», explicó la compañía en un comunicado.

¿Qué significa esta retirada? Exxon pone el candado a tres grandes explotaciones de petróleo y gas en la isla Sajalín, en la costa este de Rusia (al norte de Japón), de donde salen 220.000 barriles de crudo al día. La rusa Rosneft mantiene un 20 % de la participación en el proyecto, que queda en el aire. 

También la petrolera portuguesa Galp ha anunciado que suspenderá cualquier nueva compra de productos petrolíferos procedentes de Rusia o de empresas rusas. «Aunque Galp no participa en joint ventures con ninguna empresa rusa, está en proceso de eliminar la exposición directa e indirecta a productos derivados del petróleo ruso en los contratos existentes», han explicado en un comunicado, en el que aclaran que, si bien esta medida podría afectar a la refinería de Sines (al sur de Lisboa) y su desempeño financiero, «Galp seguirá garantizando el suministro de gas y combustible al mercado portugués». La empresa está diseñando un plan para la búsqueda de proveedores alternativos. 

Goteo de compañías

El gigante Apple también ha anunciado que dejará de vender sus productos en Rusia y ha dado orden para limitar los pagos a través de Apple Pay. «Estoy muy preocupado por la situación en Ucrania. Estamos haciendo todo lo posible por nuestros equipos allí y apoyaremos los esfuerzos humanitarios locales. Pienso en las personas que ahora mismo están en peligro y me uno a todos los que piden la paz», deslizó su CEO, Tim Cook, en Twitter. 

El éxodo empresarial en Rusia no cesa. Firmas como BP han anunciado que se desprenderán de sus participaciones en Rosneft (casi el 20 % de su capitalización). Al boicot se ha sumado la petrolera angloholandesa Shell, que romperá su alianza con Gazprom y sus inversiones de 2.700 millones en Rusia. General Motors y Harley han anunciado el fin de sus exportaciones de coches y motos. La energética francesa TotalEnergies interrumpirá sus inversiones a nuevos proyectos en Rusia. Visa y Mastercard, por su parte, se han comprometido a aplicar el bloqueo en la red de pago de los bancos afectados. Varias navieras, como Maersk, han paralizado sus conexiones con Rusia.

Nike ha paralizado «de forma temporal» la venta de sus productos en Rusia, al no poder garantizar las entregas a sus clientes. La alemana Adidas ha rescindido su contrato con la selección rusa de fútbol, a la que ya no equipará. Universal Pictures también paralizará su actividad en Rusia. Sus responsables han anunciado que no habrá nuevos estrenos en el país. 

Otro golpe duro que encajará Rusia es el apagón de Boeing. El gigante aeroespacial ha dejado de proporcionar asistencia, mantenimiento y componentes a las aerolíneas del país, que tienen cerrado también el espacio aéreo de toda la Unión Europea (UE). 

El fabricante automovilístico Ford también se sumará a la decisión de Volkswagen y Mercedes-Benz, entre otros grupos de la competencia, de suspender sus operaciones en Rusia, tocadas de lleno por la prohibición de exportar al país de este cualquier clase de componente o microchips que puedan ser susceptibles de ser utilizado en productos de alta tecnología en la guerra.