Irina Moriatov, rusa en A Coruña: «El conflicto entre Ucrania y Rusia era como un grano, en algún momento tenía que explotar y salir el pus»

Caterina Devesa REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Irina Moriatov
Irina Moriatov XOSE CASTRO

Afincada en la ciudad herculina desde 1992, Irina califica la situación como una guerra civil y espera que se resuelva con el menor número de víctimas posibles

24 feb 2022 . Actualizado a las 19:03 h.

Irina Moriatov, rusa de nacimiento y vecina de A Coruña desde 1992, aborda con dolor el estallido entre la guerra entre Rusia y Ucrania, pero hace hincapié en la dificultad de entender el conflicto desde fuera. «Para comprenderlo es necesario estar allí. Esto no es algo nuevo, han sido ocho años de tensión y no se puede vivir así».

La mujer, que tiene un primo en Odesa, ciudad portuaria a orillas del mar Negro, en el sur de Ucrania, apunta que su familiar «vive bajo presión» pero se va a quedar en el país ucraniano. «Antes, su intención era venir a España y vivir cerca de nosotros, pero ahora cada uno tiene que defender en lo que cree». Irina explica que cuando en 1991 Ucrania se independizó de la entonces Unión Soviética, que se disolvió poco después, los habitantes de la parte oriental «de la clase trabajadora», siguieron hablando ruso, «pero no les dejaban hablar en su idioma natal». Así, Irina comenta que si en ese momento el país hubiese configurado el estado de otra forma «como una federación», esta situación se podría haber evitado. «Los pueblos han luchado por tener más autonomía dentro de Ucrania y el estado les ha dado largas. Al final, es como cuando tienes un grano. En algún momento tiene que explotar y salir el pus». Para ella la situación actual era insostenible: «Imagina vivir ocho años así. Los niños de Donbás no saben lo que es la paz, viven en un estado de miedo . No duermen. Allí la vida se vive día a día, hora a hora. Hay más de 10.000 víctimas».

La mujer lamenta que finalmente el conflicto haya derivado en una guerra y pide prudencia al resto de mandatarios europeos. «Si yo fuera diplomático actuaría con cautela. Es una situación muy difícil y cualquier paso que se dé ahora puede ser peligroso para el resto de Europa. Creo que hay que esperar y ser prudentes». Para ella la situación es extremadamente grave, ya que considera que «ucranianos y rusos somos el mismo pueblo. Tengo dos tías de 80 años casadas con ucranianos, viven cerca de Moscú. Mi hermana está también casada con un ucraniano. Es como una guerra civil para nosotros, por eso todavía es más duro». Ahora, Irina solo pide que la situación se salde con el menor número de víctimas posibles.