Detienen al expresidente de Honduras tras pedir Estados Unidos su extradición por narcotráfico

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Agentes de policía esperan en el exterior de la casa del expresidente Juan Orlando Hernández
Agentes de policía esperan en el exterior de la casa del expresidente Juan Orlando Hernández Gustavo Amador | EFE

El conservador Juan Orlando Hernández, que dejó el cargo hace dos semanas, está acusado de traficar con 500 toneladas de cocaína, según un diario hondureño

15 feb 2022 . Actualizado a las 21:51 h.

Un comunicado del Gobierno hondureño, hecho público en la tarde del lunes, puso a la población del país en alerta: las autoridades desvelaban que el Gobierno de EE.UU. había pedido la extradición de un alto político para que rindiera cuentas ante la Justicia norteamericana.

Unas horas después, la cadena CNN descubría su nombre: el expresidente conservador Juan Orlando Hernández (2014?2022) era requerido por las autoridades estadounidenses para ser juzgado por tráfico de drogas y armas.

El anuncio supuso un terremoto en el país, aunque la sombra del narcotráfico planeaba desde hacía tiempo sobre el exmandatario, sobre todo después de que su hermano, Tony, fuese condenado en el 2021 a cadena perpetua por un juzgado de Nueva York, que le consideró culpable de introducir 160 toneladas de cocaína en EE.UU., caso con el que siempre se relacionó al líder conservador.

Pocos minutos después del anuncio decenas de personas celebraban la noticia en las calles de Honduras. Todavía en la madrugada, casi al alba, la casa de Hernández era rodeada por decenas de efectivos de la fuerza pública, que impedían la huida del mandatario a la espera de la decisión de la Justicia.

El juez Edwin Ortez, afín al Partido Nacional de Hernández, decidirá sobre la solicitud de extradición. Su nombramiento se conoció a última hora de este martes, cuando también se supo que el magistrado dictó orden de captura contra Hernández, que se practicó poco después.

El exmandatario, que dejó el poder hace dos semanas, en favor de la izquierdista Xiomara Castro, ganadora de las elecciones de noviembre, manifestó, mediante una nota de audio publicada en las redes sociales, que estaba dispuesto a entregarse. «No es un momento fácil, a nadie se lo deseo», transmitió en su mensaje. «La Policía Nacional ha recibido el mensaje de que estoy presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente con su acompañamiento en el momento en que el juez natural designado por la Suprema Corte de Justicia así lo decida, para enfrentar esta situación y defenderme», añadió.

Sus abogados consideran que esa declaración de intenciones es suficiente para evitar la prisión preventiva, y defienden que Hernández juró hace unos días como diputado del Parlamento, y eso le da inmunidad, aunque, en realidad, las autoridades de su país de origen pueden despojarle legalmente de ese blindaje.

Hernández niega los cargos, pero no lo tendrá fácil. Las acusaciones son graves. El diario hondureño El Heraldo filtró que el documento enviado por la Justicia de EE.UU. detalla que el político habría traficado con al menos 500 toneladas de cocaína. Su nombre ha salido además en otro proceso contra narcos hondureños.

«Lo que él está enfrentando es una cadena perpetua. Su hermano Tony recibió cadena perpetua más 30 años, a su socio Geovanny Fuentes cadena perpetua y la evidencia en contra de Hernández es hasta más fuerte», declaró Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales de la agencia antidrogas estadounidense.