El Partygate provoca una ola de renuncias en el Gobierno y más peticiones de censura

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Boris Johson, en una imagen de archivo.
Boris Johson, en una imagen de archivo. FACUNDO ARRIZABALAGA | EFE

Cinco asesores del primer ministro británico han dimitido en dos días

06 feb 2022 . Actualizado a las 09:45 h.

El Partygate está socavando los cimientos del Gobierno de Boris Johnson. En cuestión de horas, el primer ministro británico se ha quedado sin parte de su círculo más cercano, mientras ve cómo sus ministros comienzan a marcar distancias con respecto a él y cómo sigue creciendo la lista de tories que quieren someterlo a una moción de no confianza (censura), por considerar que su participación en el escándalo de las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos lo inhabilita para el puesto.

Elena Narozanski, hasta ahora asesora especial sobre mujeres e igualdad, se convirtió ayer en la quinta colaboradora del premier en presentar su renuncia. La estampida la inició el jueves Munira Mirza, hasta entonces consejera de asuntos políticos, quien dimitió indignada por los ataques «inapropiados y groseros» que su jefe lanzó contra el líder laborista Keir Starmer esta semana en el Parlamento. Johnson pretendió responsabilizar a Starmer de no actuar contra el fallecido artista Jimmy Savile, acusado de pederastia, cuando estaba en la Fiscalía.

La decisión de Mirza provocó una avalancha de renuncias. Dan Rosenfield, jefe de gabinete; Martin Reynolds, principal secretario privado del primer ministro; y el director de comunicación, Jack Doyle, hicieron lo propio. Las salidas de Reynolds y Doyle se venían anunciando desde hace semanas, pues ambos participaron en las fiestas ilegales.

Johnson no tardó en reaccionar y designó a Andrew Griffith, un exejecutivo del canal de televisión Sky, asesor en asuntos políticos. Asimismo, llamó al personal de Downing Street a mantener la calma y a no hacer caso a los medios, que califican de «colapso» la situación en la que está su Gobierno. «Los cambios son buenos y necesarios, aunque sean duros», dijo citando a un personaje de la película El Rey León.

Los intentos del premier por hacer creer que tiene la situación bajo control contrastan con los hechos. En las últimas horas los ministros de Economía y Salud, Rishi Sunak y Sajid Javid, se desmarcaron de los ataques del mandatario contra Starmer.

Y, por último, el diputado tory Aaron Bell anunció el envío de una carta al Comité 1922 para pedir la moción de no confianza. «Los eventos en Downing Street y la forma que se han manejado hacen que [la posición de Johnson] sea insostenible», escribió.