Mattarella asume su segundo mandato con el fin de construir «la Italia de la posemergencia»

valentina saini VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Europa Press

El jefe de Estado fue aclamado en el Parlamento por senadores y diputados durante la jura del cargo

03 feb 2022 . Actualizado a las 21:59 h.

Cuando Italia era una monarquía, no había ceremonia de coronación: los Saboya se limitaban a jurar respetar el Estatuto del Reino. La ceremonia de investidura del presidente de la República Italiana también es bastante sobria. Como en la época de los reyes, su punto culminante es el juramento ante el Parlamento. Escoltado por un cortejo de carabineros en moto, Sergio Mattarella llegó el jueves por la tarde al palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de Diputados, y juró su cargo entre las aclamaciones de senadores y diputados.

A continuación, pronunció el mensaje al Parlamento, una tradición del día de la toma de posesión. Durante su discurso, recordó que la lucha contra la pandemia de covid-19 no ha terminado, pero que las instituciones deben «diseñar y empezar a construir, en estos próximos años, la Italia de la posemergencia», fortaleciendo al país más allá de «las dificultades del momento».

Mattarella habló de la necesidad de hacer que Italia sea «más justa, más moderna, intensamente vinculada a los pueblos amigos» que la rodean; un país «que crezca en la unidad», y en el que las desigualdades territoriales y sociales se reduzcan. Abogó por una Italia más atenta a los jóvenes, al medio ambiente y a la biodiversidad, que «sepa superar el declive demográfico». Subrayó el drama de la «marginalidad» de las mujeres, que frena el desarrollo y es «un signo de atraso civil, cultural y humano», y señaló que demasiados jóvenes se ven a menudo forzados «a trabajos precarios y mal pagados». Mencionó a la Unión Europea, a las Naciones Unidas y a la OTAN, y también dio las gracias al Gobierno presidido por Mario Draghi, que se ha comprometido a sentar «las bases de una nueva temporada de crecimiento sostenible» de Italia y de Europa.

Regreso al Quirinal

Como jefe del Estado, Mattarella tiene el mando de las Fuerzas Armadas, y tras su discurso en el pleno fue a depositar una corona de laurel en la Tumba del Soldado Desconocido, en el Altar de la Patria. A continuación se trasladó al Quirinal, el palacio donde tiene su sede la Jefatura del Estado, para la ceremonia de inauguración. Siguiendo la tradición, Mattarella llegó en un Lancia Flaminia, un coche de 1961 que comparte su tono de azul con solo tres coches más en el mundo —todos en dotación al Quirinal—, y que se reserva para los desfiles más importantes; escoltando al jefe del Estado estaban los coraceros a caballo, un regimiento especial de carabineros tradicionalmente considerados los «ángeles de la guarda» del presidente.

Un detalle llamó la atención de todos: mientras Mattarella recibía los honores militares en el patio del Quirinal, apareció Briciola, una perrita que es la mascota de los carabineros desde que la adoptaron en el 2014; técnicamente forma parte de las Fuerzas Armadas, y este jueves lucía con orgullo un chaleco rojo con su rango militar, confeccionado por una famosa casa de moda.