Los unionistas de Irlanda del Norte ordenan el fin de los controles fronterizos pactados con la UE

Iñigo Gurruchaga COLPISA | LONDRES

INTERNACIONAL

CLODAGH KILCOYNE | REUTERS

El Gobierno de Londres dice que las autoridades irlandesas tienen la competencia para incumplir el tratado internacional

03 feb 2022 . Actualizado a las 11:56 h.

El Ministro de Agricultura del Ejecutivo de Irlanda del Norte, Ed Poots, ha ordenado a sus funcionarios que no practiquen los controles previstos en el Acuerdo de Retirada de la Unión Europea desde la medianoche de este jueves. Si se ejecuta su orden, no habrá controles sanitarios de animales y fitosanitarios de plantas que entran en la isla de Irlanda procedentes de Gran Bretaña.

La iniciativa del unionista Poots había sido rechazada la pasada semana por el partido Sinn Féin, que comparte la gobernación de la región con el Democrático Unionista, al que pertenece Poots. La líder del Sinn Féin en la provincia, Michell O'Neill, describió la decisión de su colega como un intento de «interferir ilegalmente en la ley doméstica e internacional». Según Poots, su orden se basa en el asesoramiento de un abogado sobre su legalidad.

El ministro para Irlanda del Norte en el Gabinete británico, Brandon Lewis, afirmó este miércoles que «la operación de los controles es competencia del Ejecutivo autonómico». También subrayó que el Gobierno de Londres ha advertido a la UE de que el Protocolo Irlandés podría provocar este tipo de respuesta de los unionistas.

Contexto delicado

El desafío del unionismo probritánico llega horas antes de que la ministra británica de Exteriores, Liz Truss, y el negociador de la Comisión Europea, Maros Sefcovic se reúnan este jueves como máximos responsables de la comisión mixta que resuelve los problemas derivados del Protocolo. Londres y los unionistas quieren eliminar controles fronterizos entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte. La provincia irlandesa del norte pertenece al mismo tiempo al mercado común y al británico.

La principal asociación de empresas industriales en la región ha aconsejado a sus miembros que sigan cumplimentando los formularios requeridos. Los grandes supermercados, que son los principales clientes de proveedores de alimentos basados en Gran Bretaña, tendrán que decidir qué hacer. Y también los funcionarios de la administración regional, porque su código profesional les impide quebrar las leyes domésticas o internacionales.

Esta nueva crisis sobre el Protocolo Irlandés se produce en un contexto político delicado. La región avanza hacia elecciones autonómicas en mayo y el unionismo teme que, por primera vez en la historia electoral de la Asamblea autonómica, creada en el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, el Sinn Féin, asociado históricamente al IRA, sea el partido más votado.