Johnson busca en Kiev una salida al escándalo creciente del Partygate

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Boris Johnson, durante su reunión en Kiev con el presidente Volodimir Zelenski.
Boris Johnson, durante su reunión en Kiev con el presidente Volodimir Zelenski. PETER NICHOLLS

El primer ministro británico viaja a Ucrania para exhibir su apoyo al Gobierno de Zelenski frente al desafío de Putin

01 feb 2022 . Actualizado a las 22:40 h.

Boris Johnson es de los que ve oportunidades donde otros ven problemas. Así, mientras en casa el escándalo del Partygate continúa erosionando su imagen y poniendo en riesgo su mandato, el primer ministro británico ha decidido implicarse de lleno en la crisis entre Occidente y Rusia y, por ello, viajó este martes hasta Ucrania, para expresar su apoyo a las autoridades de ese país y para advertir a Vladimir Putin de que una hipotética intervención militar contra su vecino del oeste sería «un desastre político y humanitario».

«Es un derecho de todos los ucranianos determinar cómo son gobernados. Como amigo y socio democrático, el Reino Unido continuará apoyando la soberanía de Ucrania frente a aquellos que quieren destruirla», afirmó el premier en un comunicado difundido por Downing Street antes de emprender su periplo. Ya en Kiev y tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el mandatario conservador afirmó que es «clara e inminente» la posibilidad de que el Kremlin invada Ucrania y, como prueba, recordó que más de 100.000 soldados del Ejército ruso están desplegados en la frontera.

Tras anunciar que su Gobierno destinará 88 millones de libras (unos 106 millones de euros) para impulsar «la buena gobernanza y la independencia energética» de Kiev, el primer ministro británico instó a Putin a dar marcha atrás a sus planes de invasión, por las terribles consecuencias que tendría para su propio país. «Los ucranianos ofrecerán una resistencia feroz y sangrienta», dijo, al tiempo que aseguró que su Gobierno y el de Estados Unidos  ya tienen listas las sanciones que impondrán a Moscú «en el momento en que la primera bota rusa pise territorio ucraniano».

El mandatario tory trató este martes de hacer llegar personalmente estos recados a Putin, mediante una conversación telefónica, pero desde Moscú rechazaron levantar el auricular. Se espera que el diálogo bilateral se dé este miércoles. 

Cortina de humo

Los conservadores más cercanos a Johnson llevan días utilizando la crisis en el este de Europa para intentar distraer la atención sobre el caso de las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos. Incluso el premier apeló a este tema en la bronca sesión parlamentaria del lunes, en la que se debatió el informe preliminar sobre el escándalo. «Este Gobierno está trabajando junto a nuestros aliados para hacer frente a la amenaza de Putin», espetó a aquellos que le pidieron que dimitiera.

La estrategia, sin embargo, parece no estar dando resultados. Este martes, el Gobierno británico dio marcha atrás, por enésima vez, y anunció que informara si finalmente la policía multa a Johnson por violar las restricciones contra el covid-19. Scotland Yard está investigando 12 de las 16 fiestas celebradas en la sede del Ejecutivo.