EE.UU. y la UE preparan una respuesta «masiva» y rápida a un ataque ruso

redacción / la voz

INTERNACIONAL

Reuters | ALEXANDER ERMOCHENKO

Sánchez apuesta por la diplomacia y la unidad ante la amenaza a Ucrania

23 ene 2022 . Actualizado a las 08:21 h.

La Unión Europea (UE), Estados Unidos y Canadá están preparados para sancionar de forma severa y de inmediato a Rusia si finalmente invade Ucrania. La respuesta europea será una sanción, traducida en «sustanciosas» restricciones económicas, en el caso de que Moscú vuelva a llevar a cabo un ataque contra Ucrania como hizo ya en el 2014. «Lo hicimos en el 2014, no hay razón para que no pudiéramos hacer eso ahora», indicó un alto funcionario comunitario de la UE sobre la posibilidad de poner en marcha nuevas medidas contra Rusia.

El panorama actual, con miles de soldados rusos desplegados junto a la frontera ucraniana, supone «el reto más grave para el orden de seguridad europeo desde principios de los años noventa, desde el final de la guerra fría», recuerdan desde Bruselas.

En el 2014, cuando Rusia se anexionó ilegalmente la península ucraniana de Crimea, la UE aprobó sanciones industriales y económicas en tan solo 72 horas, incluida la prohibición de que Rusia y las grandes empresas del país pudieran acceder a préstamos de los mercados financieros europeos.

«Costes económicos severos»

Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y la ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, hablaron ayer para coordinar la acción de ambos países a la hora de imponer «consecuencias masivas y costes económicos severos» a Rusia si invade Ucrania.

En una conversación telefónica, Blinken y Joly coincidieron en señalar su preocupación por la amenaza que Rusia supone para Ucrania y estudiaron maneras de convencer al Gobierno de Vladimir Putin para que elija la vía de la diplomacia.

Blinken reiteró en su llamada con Joly el apoyo «sin fisuras» que dará EE.UU. a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.

«España no se esconde»

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuesta por «la unidad, la distensión, la solidaridad y el diálogo» para resolver la crisis con Rusia. «Es el momento de la diplomacia», manifestó ayer en su cuenta de Twitter, donde afirma que está siguiendo «muy de cerca» la situación en Ucrania y en «permanente contacto» con los representantes de la UE y de la OTAN.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, señaló a Europa Press que «España no se esconde» ante la crisis que enfrenta a Rusia y Ucrania, al tiempo que insistió en que sigue habiendo margen para el diálogo para una desescalada que evite el conflicto.

La fragata Blas de Lezo zarpa de Ferrol tras adelantar su salida por la crisis en Ucrania

El buque llevará a bordo a unos 220 militares y prevé su llegada al Mediterráneo occidental entre el martes y el miércoles

M.A., R.P.P.

La fragata Blas de Lezo ya está rumbo a su nueva misión, precipitada por la crisis en Ucrania. El buque se hizo a la mar a primera hora de la mañana de este sábado desde el muelle número 4 del Arsenal Militar de Ferrol, tras completar el protocolo sanitario y recibir los resultados de las pruebas covid practicadas a la dotación. Pasadas las ocho iniciaba las labores previas y antes de las nueve y media abandonaba la ría dejando atrás el puerto exterior. Su destino es el Mediterráneo occidental, donde se integrará en la Standing Nato Maritime Group 2 (SNMG-2), la flota permanente de la OTAN que tiene previsto su despliegue en el Mar Negro, en plena escalada de tensión entre Rusia y Ucrania. De hecho, la amenaza de esta crisis adelantó el despliegue ya programado de la F-103, que tenía previsto zarpar dentro de tres semanas.

A bordo viajan 190 militares de la dotación y también un equipo operativo de seguridad (EOS) perteneciente al Tercio Norte de Infantería de Marina, y que habitualmente lo conforman once efectivos. En su navegación, la fragata hará breve escala logística en la base naval de Rota (Cádiz), donde embarcará una unidad aérea compuesta por un helicóptero naval SH-60 Bravo y 18 militares, y un oficial médico para proporcionar al barco una capacidad sanitaria básica. En total viajan a bordo unos 220 efectivos españoles.

Según lo anunciado la víspera de la salida por el comandante de la 31.ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Gonzalo Leira Neira, la intención es que la integración en la flota multinacional de la OTAN se produzca entre el martes y el miércoles. Y que el despliegue de la fragata con base en Ferrol se prolongue unos dos meses, aunque este período podría verse alargado en función de las circunstancias.

Equipado con el armamento «habitual», según explicó Leira, la integración se produce en un contexto en el que «se ve incrementada la tensión en los escenarios de nuestro entorno de seguridad». Y es en él, admitió, «cuando, si cabe, tiene más sentido esta misión». La agrupación naval de la OTAN está compuesta por unidades tipo escolta, fundamentalmente fragatas pertenecientes a los distintos países aliados. Su misión es estar permanentemente preparado para «estar en disposición de actuar ante cualquier escenario en el que se pueda producir una crisis que afecte a la seguridad». Su área comprenderá el Mediterráneo central y estaba previsto realizar ejercicios en el canal de Sicilia.