La OTAN advierte del riesgo real de guerra en Europa tras su reunión con Rusia

DIANA MARTÍNEZ MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

El secretario general de la OTAN, en el centro, junto a la vicesecretaria de Estado de EE.UU., y representantes del Gobierno ruso
El secretario general de la OTAN, en el centro, junto a la vicesecretaria de Estado de EE.UU., y representantes del Gobierno ruso Europa Press

La reunión entre aliados y rusos no logra desactivar la crisis de Ucrania, pero habrá nuevas rondas de diálogo

12 ene 2022 . Actualizado a las 21:15 h.

Las tensiones en el este de Europa por el conflicto entre Ucrania y Rusia no parecen disminuir a pesar de los intentos de la comunidad internacional por dialogar y acercarse a la paz. De hecho, la agenda del viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, está llena esta semana con cuestiones sobre el quid de la cuestión que aqueja a Europa. El lunes se reunió con la subsecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, en Ginebra; este miércoles acudió a la OTAN y este jueves irá a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. No obstante, a pesar de las intenciones, las conversaciones no están dando sus frutos y el riesgo de una guerra en el continente es «real», afirmó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras la sesión a la que asistieron treinta aliados y Moscú, en un nuevo paso para rebajar las tensiones avivadas durante los últimos meses a causa del despliegue de decenas de miles de soldados rusos.

Advertencia de Stoltenberg

Cabe recordar que el viceministro de Rusia afirmó el lunes que su país «no tiene ni puede tener intenciones de atacar» Ucrania y que, por lo tanto, la Casa Blanca tampoco debe temer una «escalada» de fuerza —salvo que la provoque ella misma con el envío de soldados a Kiev—. Sin embargo, su despliegue militar en la frontera ucraniana amenaza la calma europea. Stoltenberg reiteró este miércoles que una agresión contra Ucrania conllevará un coste «severo» y sería un «error estratégico» de Rusia.

La Alianza Atlántica rechazó las exigencias del Kremlin de garantizar que Ucrania y Georgia no ingresen en la OTAN. Su secretario general hizo hincapié en que, en ningún caso, la organización militar comprometerá los principios fundamentales de la seguridad europea, como es que cada país elija su propia política exterior y sus alianzas.

Por el contrario, Stoltenberg pidió a Moscú rebajar la tensión en Ucrania, así como retirar tropas de Georgia y Moldavia. Una decisión a la que Rusia no se comprometió, según denunció la secretaria de Estado adjunta estadounidense. «Es difícil que el diálogo y la diplomacia tengan éxito cuando mantienes a 100.000 soldados en la frontera, realizas ejercicios y reina la propaganda. Esto lo hace difícil, si Rusia quiere seguir la vía diplomática debe desescalar», manifestó , Wendy Sherman.

Moscú apuntó que las relaciones entre Rusia y la Alianza Atlántica están en un nivel «críticamente bajo». El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, cuestionó el afán de Estados Unidos y sus aliados por intentar imponerse «en todos los escenarios de operaciones posibles». «Terreno, espacio aéreo, zonas marítimas y ahora espacio y ciberespacio», enumeró Grushko, quien subrayó que Rusia no puede permitir ser considerada por la OTAN como «principal adversario y amenaza», por lo que se reserva tomar las medidas que considere oportunas si se ponen en riesgo su seguridad e intereses.

Dado que el encuentro «no fue fácil» y pese a las «diferencias significativas», con el fin de evitar a toda costa un conflicto armado, la OTAN insistió en continuar el diálogo con Rusia a través de un calendario de reuniones a corto plazo que faciliten una salida a la crisis de seguridad en Europa. La delegación rusa no dio el visto bueno a la oferta, aunque tampoco la rechazó. «Necesita tiempo para volver con una respuesta», zanjó Stoltenberg.