La reforma del espacio Schengen —el área que comprende a 26 países europeos que han abolido los controles en las fronteras internas, pero los mantienen en el exterior— será una de las prioridades de su mandato. Macron propondrá a sus socios europeos «un pilotaje político» de Schengen, siguiendo el modelo del Eurogrupo, que reúne de forma regular a los ministros de Finanzas de la zona del euro para debatir cuestiones vinculadas a la moneda única. Si se aprueba la propuesta francesa, habrá reuniones regulares de los ministros responsables para proteger mejor las fronteras exteriores de la UE y garantizar la libre circulación de los ciudadanos europeos en el espacio Schengen.
Crisis migratorias
El presidente galo también quiere establecer «un mecanismo de apoyo de urgencia» en las fronteras en caso de crisis migratoria. Cuando un Estado miembro deba, repentinamente, hacer frente a una avalancha migratoria que exija reforzar el control del perímetro exterior de la UE, podría contar con el apoyo de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y con la solidaridad de los otros socios europeos. Todos ellos estarían capacitados para enviar policías y material.