Los opositores prodemocráticos que concurrieron en pasadas elecciones no lo hicieron esta vez porque están en prisión, exiliados, decidieron no presentarse o fueron vetados dado que solo podían hacerlo quienes un comité creado ad hoc considerase «patriotas».
Ese patriotismo debe coincidir con la visión del término que tiene Pekín, como aquellos que «aman el país», apoyaron en 1997 el retorno de Hong Kong a soberanía china y anteponen la «prosperidad y estabilidad» de la excolonia británica.