Por los hechos en esa misma protesta, Crase fue condenado a dos años de cárcel, exentos de cumplimiento.
El antiguo responsable de la seguridad personal del presidente francés ha sido interrogado por la Brigada de Represión de la Delincuencia Económica (BRDE), en el marco de una investigación preliminar de la Fiscalía Nacional Financiera.
Los investigadores quieren indagar si Benalla se aprovechó de su posición en el Elíseo como estrecho colaborador de Macron para lograr un millonario contrato de seguridad privada que delegó en su colega Crase y que fue subcontratado a la compañía Velours.