El errático rumbo de Boris Johnson aviva la crítica interna y los rumores de moción en Reino Unido

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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El primer ministro británico, Boris Johnson
El primer ministro británico, Boris Johnson NEIL HALL | EFE

Los «tories» podrían deshacerse del «premier» como hicieron con Thatcher

28 nov 2021 . Actualizado a las 10:18 h.

Boris Johnson es un gran admirador de Margaret Thatcher y, según sus colaboradores más cercanos, sueña con batir el récord de 11 años que la llamada Dama de Hierro estuvo en el poder. Sin embargo, la forma como ha manejado los recientes escándalos de corrupción que han salpicado a varios diputados conservadores, junto al incumplimiento de promesas electorales y su extraño comportamiento están haciendo que cada vez más miembros de su partido estén pensando no solo en no ayudarlo a conseguir su meta, sino en deshacerse de él, de la misma manera que lo hicieron en 1990 con la primera mujer que ocupó el 10 de Downing Street.

Los rumores sobre descontento en las filas tories y movimientos de algunos legisladores para impulsar, a principios del próximo año, una moción de confianza contra el premier cobraron fuerza esta semana. ¿La razón? En los últimos diez días el mandatario ha incumplido dos de sus promesas electorales. Por un lado, decidió modificar el proyecto del AVE británico y prescindir de uno de sus trazados, el que comunicaría Leeds con Londres. Y, por el otro, presentó su proyecto de reforma de la asistencia social, que no evitará que personas enfermas con cáncer, por ejemplo, deban vender sus casas para pagar su tratamiento y atención.

Ambas decisiones han puesto en pie de guerra a decenas de diputados conservadores que en las elecciones generales del 2019 lograron arrebatarles a los laboristas circunscripciones en el norte de Inglaterra, por primera vez en décadas. Los legisladores temen que estos incumplimientos pongan en riesgo sus posibilidades de reelección en el 2024 y llevan razón, porque las últimas encuestas colocan a sus rivales por delante en intención de voto.

La maldición de Peppa Pig

Si la corrupción y el incumplimiento de promesas no fuera suficiente para socavar la autoridad de Johnson, la extraña intervención que el lunes ofreció ante la Confederación de la Industria Británica (CBI) ha agravado la situación. El premier perdió los papeles en los que tenía escrito su discurso y comenzó a improvisar, pero en lugar de continuar hablando de las nuevas tecnologías, de la nada empezó a alabar a Peppa Pig, un dibujo animado para niños creado en el Reino Unido del que no solo hay un programa de televisión, sino hasta parques de atracciones.

El mandatario pidió a los empresarios más productos al estilo de Peppa Pig, una solicitud que no sentó bien entre los asistentes y que dio munición a la oposición. «Primer ministro, ¿se encuentra bien?», le soltó un día después el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer.

«Hay mucha gente molesta, pero la mayoría espera que las cosas mejoren tras Navidad. Sin embargo, si eso no ocurre habrá que buscar a otro líder (…) Margaret Thatcher ganó una abrumadora mayoría en 1987 y, tres años después, la sacamos. Los conservadores sabemos cómo cambiar a nuestros líderes, a diferencia de los laboristas que esperan perder las elecciones para hacerlo», declaró un diputado bajo condición de anonimato al diario The Independent.

Desde el Gobierno descartan una posible rebelión que le cueste a Johnson el puesto. «Este Gobierno y el primer ministro están enfocados en reconstruir la economía tras la pandemia», dijo el jueves el vice primer ministro, Dominic Raab. No obstante, ese día el premier mantuvo una inusual reunión con el todopoderoso comité 1922, que tiene el poder de nombrar y remover al líder del partido y, por tanto, del Gobierno, lo que confirma que algo se está moviendo tras bastidores.