Boris Johnson desata la ira del norte de Inglaterra al cancelar el proyecto del tren de alta velocidad entre Londres y Leeds

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Boris Johnson, pala en mano, tras presentar este jueves su plan ferroviario
Boris Johnson, pala en mano, tras presentar este jueves su plan ferroviario POOL

La oposición acusa al primer ministro británico de romper otra promesa electoral y afirma que no tiene plan para cerrar la brecha entre las distintas zonas del país

19 nov 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

Boris Johnson es de los políticos que cree que la manera de acabar con un escándalo es aguardar por otro o incluso provocarlo. Así, cuando el Gobierno conservador aún no ha logrado salir de la tormenta creada por los casos de corrupción que en las últimas semanas han salpicado a varios diputados de su bancada, este jueves, el primer ministro desató otro vendaval de críticas al anunciar que cancela parte del proyecto del tren de alta velocidad británico.

El premier descartó este jueves la ejecución de la llamada «pata oriental» del plan, la cual enlazaría con una línea de alta velocidad Londres y la ciudad de Leeds, situada 318 kilómetros al nordeste. El objetivo del recorte es acelerar en 10 años las obras y reducir sus abultados costes. Una decisión que Johnson ha adoptado sin importarle que, durante la campaña electoral, prometió que ejecutaría este proyecto íntegramente, al considerarlo estratégico para cerrar las brechas entre las distintas regiones del país.

La oposición laborista no tardó en reprocharle este nuevo incumplimiento. «El Gobierno ha fallado completamente y ha defraudado a todos en el norte. No se puede creer una sola palabra de lo que dice el primer ministro», afirmó el líder de la formación, Keir Starmer.

Johnson, por su parte, en un duro intercambio de palabras con un periodista, calificó de «basura» las acusaciones de que ha roto otra promesa electoral y aseguró que Leeds sí tendrá un tren de alta velocidad, aunque el mismo discurrirá por las vías actuales y no por un nuevo trazado como estaba previsto. Asimismo, el premier calificó de «monumental» el plan ferroviario que su ministro de Transportes, Grant Shapps, presentó este jueves al Parlamento, con una inversión de 96.000 millones de libras (113.970 millones de euros).

En septiembre, el primer ministro ya rompió otro compromiso de la campaña de las generales del 2019, al anunciar un nuevo impuesto para financiar a la sanidad pública. 

Una reforma simbólica

Pero Johnson no solo debió soportar las críticas por modificar el proyecto del tren de alta velocidad, sino también por su iniciativa para evitar nuevos escándalos de corrupción como los que en las últimas semanas han salpicado a varios de los diputados de su partido. Pese a que el premier respaldó prohibir a los parlamentarios que puedan trabajar como asesores de empresas mientras ocupan sus escaños, la moción que presentó el miércoles a la Cámara de los Comunes no cierra las puertas a esta posibilidad.

El borrador solo limita a cierto número de horas el tiempo que los legisladores pueden dedicar a otros trabajos, algo que en la práctica apenas afectará a los 90 diputados tories que hoy tienen contratos remunerados con compañías privadas. Por esta razón, los laboristas no respaldaron la moción, pues ellos exigen una prohibición total.