Una semana antes la reina ya debió cancelar un viaje de dos días a Irlanda del Norte, con motivo de la celebración del centenario de la fundación del conflictivo territorio autónomo británico, luego de que sus médicos le recomendaran reposar.
Mejor prevenir que lamentar
Desde la Casa Real han tratado de restar importancia a la reducción de la agenda de la monarca, negando que ella padezca alguna dolencia. «Las medidas sugeridas por el equipo médico forman parte de una precaución sensata», han declarado fuentes del palacio. En las últimas semanas ha trascendido a la prensa local, que los médicos han recomendado a la reina que limite el consumo de bebidas alcohólicas a eventos oficiales y que utilice bastón para caminar.