La familia del preso Raúl Baduel desmiente la versión del régimen de Maduro sobre su muerte

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Raúl Baduel en una imagen del 2007
Raúl Baduel en una imagen del 2007 David Fernández | EFE

El Gobierno dijo que el exministro chavista murió de covid-19

14 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Menos de 24 horas después de la muerte de Raúl Isaías Baduel, uno de los presos políticos más emblemáticos del chavismo, una de sus hijas, su esposa y su abogado han desmentido que, como afirmó el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, el exministro de Defensa de Hugo Chávez haya fallecido de covid-19.

Al mismo tiempo, diversas organizaciones de derechos humanos han exigido la realización de una investigación independiente sobre la muerte de Baduel, quien ha pasado diez de los últimos doce años preso y sufrió un aislamiento total de 57 meses en la tenebrosa «tumba», una cárcel construida en una quinta planta subterránea del centro de Caracas, perteneciente a la policía política del régimen de Nicolás Maduro, el Sebin.

Este domingo, a las 6 de la tarde locales, Saab anunció en un escueto tuit que Baduel, de 66 años, había fallecido como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio producido por el covid-19. El fiscal general argumentó que tenía una dosis de vacuna contra la enfermedad y que se le habían dispensado «los cuidados médicos necesarios».

Sin embargo, según su abogado, Omar Mora, era imposible que Baduel tuviera la enfermedad, pues había sido trasladado, hacía dos semanas, de «la tumba» a la sede central del Sebin, el no menos siniestro Helicoide de Caracas, en similares condiciones de aislamiento. A su vez, una de sus hijas, Nadeska Baduel, afirmó que el sábado había logrado ver al general, uno de los militares más reputados de la primera etapa del chavismo, en ese centro de reclusión y no mostraba ningún síntoma de la enfermedad que supuestamente le quitó la vida tres días después.

«Como familiares seguimos pidiéndole al mundo que se haga justicia, que se respeten los derechos humanos», señaló Nadeska en la morgue de Caracas, desde donde los restos de Baduel fueron trasladados para un «entierro controlado» -solo miembros de la familia y sin ceremonia- que se ofició al mediodía de ayer. Ninguno de los familiares de Baduel había tenido noticias de su enfermedad ni fue notificado de su muerte con anterioridad al tuit de Saab.

La Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, dirigida por la expresidenta chilena Michelle Bachelet, exigió una investigación independiente sobre la muerte de Baduel; similar exigencia hizo Human Rights Watch, mientras que Amnistía Internacional destacó que la muerte de Baduel se produjo mientras estaba bajo custodia del Estado venezolano, y tras años de cárcel «en condiciones inhumanas». Más de 15 días de aislamiento, en derecho internacional, se considera tortura.

Del poder a la cárcel

Baduel fue, en abril del 2002, el principal impulsor de la operación Rescate de la Dignidad, que devolvió al poder a Hugo Chávez tras un golpe de Estado que no logró consolidarse. Ascendido por Chávez a ministro de la Defensa, en el 2007, sin embargo, se opuso a que el mandatario desconociera su derrota electoral en un proyecto de reforma constitucional que supuso el primer gran varapalo de la carrera política del líder de la revolución bolivariana. Las relaciones entre ambos fueron deteriorándose y en el 2009, acusado de corrupción, Baduel fue condenado a seis años de cárcel. Tras cumplirlos, fue acusado por el régimen de Nicolás Maduro dos años después por rebelión militar y traición a la patria, por los cuales llevaba cuatro años preso sin que avanzara el juicio en su contra.

Su muerte supone la décima de un preso político en Venezuela en los 22 años de chavismo.