Muqtada Al Sadr tiene las llaves del futuro político de Irak

C. GRAU BAGDAG / EFE

INTERNACIONAL

ALAA AL-MARJANI | Reuters

Su coalición ganó las elecciones del domingo, según el primer recuento

13 oct 2021 . Actualizado a las 17:41 h.

El influyente e imprevisible clérigo chií Muqtada al Sadr, que apadrina la coalición ganadora en las elecciones parlamentarias iraquíes del domingo, el Bloque Sadrista, será clave una vez más en la formación del próximo Ejecutivo y, con más peso en el Legislativo, buscará acabar con el sectarismo en un Irak dividido.

El líder político y religioso ha encabezado las coaliciones más votadas desde las primeras elecciones democráticas en Irak, en el 2005, y en el 2018 su bloque se proclamó ganador absoluto. Sin embargo, no se ha postulado nunca a primer ministro y se ha mantenido en segunda línea de la política. Nació en Nayaf, el 12 de agosto de 1973, en el seno de una familia de la aristocracia chií con mucha influencia en el sur de Irak y que se enfrentó a Sadam Huseín, lo que llevó a la ejecución en 1980 del fundador del sadrismo, Mohamed Baqir al Sadr, entonces gran ayatolá de Irak. El padre de Muqtada y sus dos hermanos fueron asesinados también por el dictador en 1999 por organizar una gran revuelta en 1991 y realizar una gran campaña contra su Gobierno.

La actual popularidad e influencia de Muqtada radica en la historia de martirio y resistencia de su familia. De hecho, es habitual que aparezca con un sudario blanco durante sus sermones, demostrando que está preparado para morir tras sobrevivir a varios intentos de asesinato.

Es venerado por los chiíes empobrecidos, su principal base popular, que tiene su gran bastión en la barriada de Ciudad Sadr de la capital, bautizado así por el padre de Muqtada tras de la invasión estadounidense en el 2003.

Muqtada se exilió a la ciudad sagrada iraní de Qom, principal centro de retiro y estudio para los clérigos chiíes, desde finales de los 90 hasta la caída de Sadam, en marzo del 2003. El joven clérigo regresó a su país para liderar la resistencia frente a EE.UU. y creó la milicia Ejército de Al Mahdi, que protagonizó la lucha contra las tropas extranjeras durante la guerra civil sectaria que ensangrentó el país entre el 2006 y el 2007.

Lo que distingue a Al Sadr de otros partidos y milicias chiíes es su desvinculación de Teherán. El clérigo aboga por la soberanía de su país, el patriotismo y la independencia a pesar de sus vínculos con el vecino.

El clérigo se retiró en un principio de la campaña electoral este año y revirtió su decisión pocos meses después al llegar a un acuerdo con otras formaciones para acabar con la corrupción endémica en el país.