La UE da por cerrada la crisis de los submarinos entre EE.UU. y Francia

La Voz COLPISA / REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Borrell y Blinken refuerzan su alianza en una reunión en Nueva York.
Borrell y Blinken refuerzan su alianza en una reunión en Nueva York. Reuters

La Comisión dice que la conversación entre Biden y Macron sobre la alianza Aukus muestra que «los canales de comunicación se han restablecido»

24 sep 2021 . Actualizado a las 08:46 h.

La Comisión Europea suspiró este jueves con alivio. Después de una semana de difíciles equilibrios políticos, ayer pudo finalmente dar por cerrada la crisis de los submarinos entre Francia y EE UU a raíz de la nueva alianza anglosajona en el Pacífico. Se aferró a la conversación entre Emmanuel Macron y Joe Biden donde ambos escenificaron su reconciliación y al pacto suscrito por la UE y Estados Unidos para aumentar la donación de vacunas a países desfavorecidos como los dos argumentos para zanjar una polémica que involucraba de lleno a dos naciones indispensables en los intereses de Bruselas.

La presión decayó el miércoles cuando los dos líderes mantuvieron una conversación telefónica donde el estadounidense admitió que el asunto no se hubiera convertido en una guerra diplomática si hubiera consultado sus planes estratégicos sobre la alianza militar Aukus con París y los demás «socios europeos».

No lamentó, sin embargo, que la industria naval gala haya perdido un contrato millonario para la entrega de varios submarinos a la Armada australiana, que ahora serán fabricados y equipados con tecnología nuclear por Estados Unidos. Todo ello en virtud del nuevo pacto militar firmado por EE UU, el Reino Unido y Australia para vigilar las aguas indo-pacíficas frente a China, del que ni la UE ni sus miembros tenían conocimiento.

Los aliados deben hablar «Estos contactos están en línea con la visión de la presidenta, Ursula von der Leyen, de tener en cuenta a los amigos en la toma de decisiones y tratar los temas conjuntamente cuando surjan. Los aliados tienen que hablar entre ellos», explicó ayer el portavoz principal de la Comisión, Eric Mamer, en referencia a la conversación entre Macron y Biden, que tendrá su continuación en las próximas semanas de manera presencial.

Mamer se felicitó por el hecho de que los dos gobernantes hayan puesto fin a la polémica y estén dispuestos a verse en octubre. «Muestra que los canales de comunicación se han restablecido», subrayó. Además, destacó que en el comunicado conjunto que sus gabinetes difundieron tras la llamada se cite la importancia de la estrategia de la UE en la región Indo-Pacífica y la necesidad de reforzar las capacidades militares europeas, una suerte de reconocimiento testimonial hacia Bruselas.

No obstante, todavía quedan algunos flecos por resolver. Mamer admitió que la Comisión debe discutir ahora «el camino a seguir» con la petición francesa para aplazar el consejo sobre comercio y tecnología con Estados Unidos previsto a finales de octubre. Y luego están las compensaciones que exigirá al Gobierno australiano el grupo naval francés al que se le adjudicó originalmente la construcción de los submarinos, compuesto mayoritariamente por capital público. Según medios franceses y estadounidenses, la compañía ha invertido ya mil millones en el diseño de los navíos.

Vuelta del embajador

Macron ha vuelto a tratarse con Biden y en breve el embajador galo volverá a su puesto en Estados Unidos. Otra cosa es el primer ministro australiano, Scott Morrison, al que todavía no ha cogido el teléfono y el premier Boris Johnson, cuyo gabinete opina que parte del malestar francés vendría por el brexit y el conflicto entre París y Londres sobre la gestión de los migrantes que cruzan el canal de la Mancha.

Según la Comisión, el hecho que certifica el fin de los resquemores es el pacto entre la Comisión y Washington para fabricar y donar vacunas contra la covid-19, de modo que el 70 % de la población mundial esté inmunizada en 2022. Se trata de un «desarrollo positivo» en las relaciones trasatlánticas, dijo Mamer.

Borrell y Blinken quieren «profundizar la cooperación» .

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmaron ayer que la conversación entre Biden y Macron «aclara» la crisis diplomática por la alianza Aukus y permite «profundizar el diálogo y la cooperación» entre la Casa Blanca y la Comisión Europea.

Los dos jefes de la diplomacia resaltaron que entre Bruselas y Washington existe una «fuerte» alianza y que ambos quieren desarrollarla aún más para hacer frente a «los desafíos globales, incluida la estabilidad en la región del Indo-Pacífico».