El drama de los migrantes haitianos deportados por EE.UU.

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Miles de migrantes, muchos de ellos haitianos, cruzan cruza el río Grande.
Miles de migrantes, muchos de ellos haitianos, cruzan cruza el río Grande. ALLISON DINNER | Efe

Mujeres con bebés, familias completas, jóvenes enfadados ocultando sus rostros para escapar de las cámaras en su tránsito devuelta a Haití

21 sep 2021 . Actualizado a las 11:53 h.

Mujeres con bebés en las manos, familias completas, jóvenes enfadados ocultando sus rostros para escapar de las cámaras al bajar de los autobuses que los llevan al avión de regreso a Haití. Esta es la imagen que ofrece la deportación de algunos de los haitianos que acampaban bajo un puente en la localidad de Del Río, en el sur de Texas, tras un cruce masivo en la frontera entre México y EE.UU.

Haití recibió el lunes a decenas de migrantes de su país deportados desde Estados Unidos y suman ya 560 los que han llegado al país caribeño los dos últimos días como parte de los miles que aún permanecen en un campamento improvisado en Texas.

Algunos lloran, otros maldicen, cada uno cuenta una anécdota del viaje. Se les ve decepcionados, frustrados y avergonzados al bajar del avión, al igual cuando toman asiento en la zona de recepción reservada en el aeropuerto Toussaint Louverture de la capital haitiana.

Este lunes arribaron 233 haitianos deportados, de los 45 son niños y 45 mujeres. Casi todas las mujeres deportadas hoy tenían un niño o un bebé en brazos.  El país esperaba tres vuelos el martes desde Estados Unidos, pero solo aterrizaron dos. La mayoría de los deportados tiene entre 20 y 30 años.

En el aeropuerto cuentan los peligros del viaje. «Varias mujeres fueron violadas. Varios hombres fueron asesinados», afirma un deportado a otro. La mayoría son personas que abandonaron Haití desde hace seis y 10 años. Casi todos hablan español.

De las 560 personas deportadas entre el martes y el lunes, al menos 170 son niños, varios con acentos chileno o brasileño.

Cientos de migrantes denuncian las condiciones de deportación. Todos son hostiles a las autoridades haitianas, que, según dicen, recibieron dinero para firmar su deportación. «Habíamos pasado al menos seis días en prisión sin comer ni beber, ni lavarnos. En el avión nos encadenaron como a ladrones», dijo uno de ellos.

Mientras algunos aceptaron hablar con los periodistas sin dar sus nombres, otros se mostraron muy hostiles con los medios de comunicación, acusándoles de ser responsables del estado actual del país. «Las condiciones de deportación no dependen de nosotros. La deportación la hace el país de acogida», dijo el coordinador de la Oficina Nacional de Migración (ONM), Jean Négot Bonheur.

Afirmó que cada día se esperan tres vuelos durante los próximos 15 o 20 días para recibir a todos los que se encuentran retenidos en el lado estadounidense de la frontera con México. Algunos tienen documentos legales de países como Chile y Brasil, otros no. Sin embargo, todos los niños que están con ellos han nacido en otro lugar y, por tanto, tienen nacionalidad extranjera.

Los deportados se quejan de que el dinero que se les da como cuota de acompañamiento es inferior al que el Gobierno haitiano ha destinado para esos fines.

Varios de los migrantes llevan alguna que otra maleta. Otros han venido solo con su vestimenta. Bajo el puente de la frontera en Del Río, dicen que fueron maltratados por los agentes fronterizos estadounidenses.

«Trataron a los haitianos como ladrones. Los haitianos no son ladrones, sino personas que buscan una vida mejor. No trataron así a personas de otras naciones. Es racismo», dijo una mujer de unos 30 años que dijo vivía en Cabo Haitiano.

La Casa Blanca tachó de «horrible» el aparente uso de látigos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza contra algunos de los haitianos que han cruzado irregularmente la frontera con México. «No creo que nadie que haya visto esas imágenes pueda pensar que es algo aceptable o apropiado», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.

La portavoz respondía así a una pregunta sobre una fotografía tomada este domingo cerca de la ciudad de Del Río. En la imagen, un agente de la Patrulla Fronteriza subido a un caballo agarra de la camiseta a un inmigrante, mientras aparentemente le golpea con lo que parece un látigo, en la orilla estadounidense del río Bravo (denominado río Grande en EE.UU.).

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