El pacto del Reino Unido, Australia y EE.UU. escuece en Francia y China

pablo m. díaz PEKÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

SARAH SILBIGER | EFE

Pekín ve afectada su seguridad y París, un contrato clave de submarinos

16 sep 2021 . Actualizado a las 21:59 h.

Como era de esperar, China criticó este jueves con dureza el nuevo pacto militar entre EE.UU., el Reino Unido y Australia (Aukus por sus siglas en inglés) que reforzará su cooperación en importantes tecnologías de defensa como los submarinos de propulsión nuclear. Temiendo que esta alianza altere el tablero en la región de Asia-Pacífico y frene su expansión por el mar del Sur de China, Pekín se apresuró a denunciar el pacto.

«EE.UU., el Reino Unido y Australia se están implicando en una cooperación en submarinos de propulsión nuclear que socava gravemente la paz regional y la estabilidad, agrava la carrera de armas y hiere los esfuerzos internacionales por la no proliferación», advirtió uno de los portavoces del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, quien acusó a «EE.UU. y el Reino Unido de usar sus exportaciones nucleares como una herramienta de su juego geopolítico que es extremadamente irresponsable».

Tras recordar que «Australia es un Estado firmante del Tratado de No Proliferación y parte de la zona libre de armas nucleares en el Pacífico Sur», denunció que «ahora está importando tecnología para submarinos nucleares con valor estratégico», informa Efe. Por eso, señaló que «la comunidad internacional, incluidos los países vecinos, tiene razones para cuestionar el compromiso de Australia con la no proliferación nuclear» y avisó de que «China vigilará de cerca la situación». Zhao volvió a pedir a los tres países que «abandonen su desfasada mentalidad de la Guerra Fría y suma cero» porque «acabarán pegándose un tiro en el pie», recoge la BBC.

Aunque Australia ya ha dejado claro que no piensa dotarse con armas atómicas, su capacidad militar se verá muy reforzada con los nuevos submarinos. Además de ser más rápidos y difíciles de detectar, pueden pasar meses sumergidos y recorrer distancias mayores para acercarse más a sus objetivos. Por primera vez en medio siglo, Washington está dispuesto a compartir esta avanzada tecnología, que antes solo había entregado al Reino Unido.

Australia se convertirá en la séptima nación del mundo en contar con tan poderosa arma. Además de EE.UU. y el Reino Unido, hasta ahora solo disponían de ella Francia, China, Rusia y la India. Por su parte, la Casa Blanca podrá atracar los navíos en una zona estratégica para su objetivo: contrarrestar el auge de China por Asia y el Pacífico. Según el diario australiano The Age, frente a los 74 submarinos de China, los países del Aukus tendrían 85.

Contrato suspendido con París

Pero esta decisión no solo ha enfurecido al autoritario régimen de Pekín, sino también a otras potencias democráticas como Francia y Nueva Zelanda. Para París, la alianza supone romper el trato que tenía con Camberra para construir 12 submarinos por 31.075 millones de euros. Por su parte, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ya ha dicho que no cambiará su política de prohibir submarinos nucleares en sus aguas territoriales.

El pacto añade más tensión a la rivalidad entre China y las potencias occidentales y agrava su crisis con Australia, que ha derivado en una guerra comercial. Recordándole el impacto económico que supone perder el acceso al mayor mercado del mundo, Zhao avisó al Gobierno de Scott Morrison: «Australia tiene que pensar si quiere ver a China como un socio o una amenaza».