
La muerte de Abu Walid al Saharaui, coinciden con la advertencia de Alemania y Francia a Mali de que pondrán fin a su presencia militar si cierra un contrato con los mercenarios rusos
18 sep 2021 . Actualizado a las 13:55 h.Francia considera que la muerte del líder del grupo terrorista Estado Islámico en el Gran Sahel (EIGS), Abu Walid al Saharaui, supone «un golpe decisivo» a la organización, en palabras de la ministra francesa de Defensa, Florence Parly. La «neutralización» de Al Saharahui en una operación de fuerzas francesas desplegadas en la región africana fue anunciada ayer de madrugada por el presidente francés, Emmanuel Macron. Un dron acabó con el terrorista cuando circulaba en una motocicleta con otro presunto miembro del EIGS, durante una operación que tuvo lugar entre el 17 y el 22 de agosto pasado cerca de la localidad de Ménaka, situada en la región de Gao, en el norte de Mali.
Al Saharaui, apodo que hace mención a su origen saharaui, se le considera el responsable de la muerte de entre 2.000 y 3.000 personas desde el 2013 en Mali, Níger y Burkina Faso, «la mayoría de confesión musulmana», y también de los asesinatos y secuestros de trabajadores humanitarios y periodistas extranjeros, recordó ayer Parly en rueda de prensa. Añadió que la operación sigue a una «larga serie de operaciones» que han permitido matar a cuatro de los seis principales líderes del grupo y capturado a los dos restantes. Por ello, la desaparición de Al Saharahui, «una figura histórica de la yihad en el Sahel», supone que el grupo «difícilmente encontrará a alguien de su envergadura», por lo que se considera que se ha dado «un golpe decisivo» a la organización.
No opinan lo mismo los analistas. Rida Lyammouri, experto marroquí Policy Center for the New South Rida explicó a Efe que esta operación no significa el fin de la actividad de ese grupo yihadista. «Ataca a la población civil todos los días, ya sea en Mali, Níger o Burkina Faso. Estamos lejos de la desaparición de sus actividades», precisó. Lyammouri añadió que el EIGS ya ha nombrado a un nuevo líder para sustituir a Al Saharaui, aunque el grupo aún no lo ha confirmado.
La muerte del líder del Estado Islámico tiene lugar en medio las advertencias de Alemania y Francia de que pondrán fin a su presencia en el país africano, si el Gobierno de Mali cierra un contrato con la empresa de mercenarios rusos Wagner. «Son mercenarios conocidos por sus atrocidades» en otros países de África [Libia, Sudán, Mozambique y República Centroafricana] y su hipotética llegada a Mali es incompatible con la presencia internacional», afirmó el ministro de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian.
Esta semana se ha conocido que la junta militar en el poder en Mali está negociando la contratación de hasta 1.000 mercenarios rusos del Grupo Wagner, propiedad del multimillonario Evgeni Prigozhin, para entrenar a las fuerzas malienses y proteger a altos cargos. La posible entrada de Rusia (a través de Wagner) en una zona de tradicional influencia política y militar francesa suscita mucho recelo en París, más aún porque el dueño es amigo personal del presidente Vladimir Putin, podría estar detrás de otra jugada contra el Gobierno francés.
La UE también mantiene desde el 2013 la misión EUTM Mali con un contingente militar multinacional, entre ellos fuerzas españolas, para la formación de las fuerzas armadas malienses.