Johnson remodela su Gobierno en un intento de recuperar la popularidad perdida

Juan F. Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Europa Press

El «premier» ha sacrificado a algunos de los ministros que más problemas han generado, como los de Educación y Vivienda

16 sep 2021 . Actualizado a las 08:19 h.

Boris Johnson ha pasado a la ofensiva y quiere recuperar el terreno perdido en las encuestas. Cinco días después de que los estudios demoscópicos colocaran a sus rivales laboristas a la cabeza en intención de voto por primera vez desde inicios de año, el primer ministro británico ha realizado una remodelación de Gabinete con el propósito de formar un equipo «fuerte» que pueda sacar al país de la crisis provocada por la pandemia y ayude a unificarlo y hacerlo más equitativo.

Los ministros más impopulares o aquellos con varios escándalos y errores a cuestas han sido las principales víctimas de esta crisis de Gobierno, la segunda desde que Johnson ganó de manera arrolladora las generales anticipadas del 2019. A Dominic Raab, al que la toma de Kabul a manos de los talibanes, lo cogió de vacaciones en Creta (Grecia), le ha costado el Ministerio de Asuntos Exteriores. No obstante, Johnson no ha prescindido de él y lo ha recolocado en Justicia, una designación que parece no haber satisfecho del todo a Raab, quien consideraba que estaba siendo rebajado de posición, según la prensa. Para contentarlo, Johnson lo nombró también viceprimer ministro, un cargo que no se usaba desde el 2015.

La hasta ahora ministra de Comercio Internacional, Liz Truss, será la nueva jefa de la diplomacia británica. El haber logrado suscribir, en tiempo récord, acuerdos de libre comercio con Japón y Australia ha hecho que Truss gane peso entre los tories.

Uno de los primeros en ser despedido fue Gavin Williamson, quien ocupaba la cartera de Educación y que en los últimos meses había protagonizado varias polémicas. Sus constantes cambios en relación con la fecha de reapertura de las escuelas durante la pandemia y la forma como se calcularon las calificaciones para ingresar en la universidad de los estudiantes a los que el covid-19 no les permitió presentarse a la selectividad británica hicieron de Williamson casi un cadáver político. Nadhim Zahawi, uno de los responsables del exitoso plan de vacunación, será su sustituto.

Otra destitución que no ha sorprendido es la de Robert Jendrick, hasta ahora ministro de Vivienda, cuyas relaciones poco claras con empresarios de la construcción dañaron su imagen. Tanto Jendrick como Williamson son de los cuatro destituidos a los que el premier envió de vuelta al Parlamento.

Un despido que algunos en la oposición y en organizaciones de derechos humanos esperaban y que no se produjo fue el de la controvertida ministra de Interior, Priti Patel. Patel forma parte del selecto grupo de 16 ministros que continuarán en sus puestos, pese a que el pasado fin de semana fue señalada por organizar una reunión entre empresarios, uno de ellos un gran donante de los conservadores. Por un caso similar en el 2017 la anterior primer Theresa May la removió.

Otros ocho ministros han cambiado de cartera, entre ellos Michael Gove, que ahora ocupará Vivienda y además tendrá la responsabilidad de «seguir reduciendo las brechas» entre las distintas regiones del país. Asimismo, dos nuevas caras ingresan al Gabinete.