Este es el quinto intento de diálogo desde que Maduro llegó al poder, en el 2013, y todos han terminado sin resultados. Mientras la oposición, en cada ocasión, ha acusado a Maduro de «patear la mesa», el mandatario ha dicho el domingo que es exactamente lo contrario.
«Cuando nos sentamos con la oposición, entendemos que hay problemas de carácter personal, diferencias políticas, odios, envidias (...) nosotros vamos a tener la mayor suma de paciencia», agregó.