Un millar de inmigrantes llegó a Italia durante el fin de semana

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

Una evacuada afgana camina con su hijo en el centro de detención administrado por la Cruz Roja Italiana en Avezzano.
Una evacuada afgana camina con su hijo en el centro de detención administrado por la Cruz Roja Italiana en Avezzano. GUGLIELMO MANGIAPANE | Reuters

El jefe del Estado, Sergio Mattarella, pide solidaridad en la acogida al resto de países de la UE y exige «una voz única europea para gobernar el fenómeno»

30 ago 2021 . Actualizado a las 13:28 h.

Cerca de un millar de inmigrantes ha llegado durante este fin de semana al sur de Italia tras cruzar el canal de Sicilia, por lo que se acercan ya a los 40.000 los refugiados y desplazados desembarcados en el país en lo que llevamos de año, una cifra que duplica la registrada en el mismo período del 2020 y que parece demostrar el fin del parón provocado por la pandemia.

La mayor parte de los inmigrantes arribaron a la pequeña isla de Lampedusa, situada en el centro del Mediterráneo, después de ser socorridos por barcos de la Guardia Costera italiana. También hubo quien llegó por sus propios medios, como los 27 tunecinos que cruzaron el mar en dos veleros. El centro de acogida de Lampedusa, con capacidad para 250 personas, llegó a albergar este fin de semana a casi 1.100, por lo que una parte de los desplazados fueron transferidos a una nave adaptada para que pasen allí la cuarentena. Otros fueron transportados a diversos puertos de Sicilia.

Los inmigrantes recibieron atención sanitaria en la isla por parte de un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) capitaneado por Alida Serrachieri, que denunció el maltrato que afrontan los desplazados durante su viaje hacia Europa. «Hay pacientes que han sufrido violencia o torturas en su viaje migratorio o en Libia», lamentó Serrachieri, confirmando así las terribles condiciones que afrontan estas personas en el país norteafricano.

El repunte del flujo migratorio provocó que Italia pidiera una vez más la solidaridad del resto de países de la Unión Europea para acoger a los migrantes llegados a su territorio. En esta ocasión lo hizo el presidente de la República, Sergio Mattarella, que reclamó «una voz única europea para gobernar este fenómeno». El jefe del Estado italiano aseguró además estar «sorprendido» por las declaraciones de algunos dirigentes europeos que «piden el respeto de los derechos humanos en los países lejanos pero están distraídos respecto a las condiciones de los migrantes».

No faltaron tampoco las habituales críticas de Matteo Salvini, líder de la Liga, a la ministra del Interior, Luciana Lamorgese. Aunque su partido forma parte de la heterogénea coalición que sostiene al Gobierno, Salvini ha pedido en repetidas ocasiones la dimisión de Lamorgese al acusarla de no impedir la llegada de indocumentados tras cruzar el Canal de Sicilia. «No podemos permitirnos miles de desembarcos al día de personas que no escapan de la guerra. La ministra del Interior debe hacer su trabajo y defender las fronteras y la seguridad de nuestro país», exigió el líder de la Liga.