Ahora, su hijo, el joven Ahmad Masud, se ha presentado como el líder de este movimiento que resiste, junto a cientos de soldados, la ofensiva de los talibanes.
Ahmad Masud ha hecho pública en varias ocasiones en los últimos días su disposición a negociar con la insurgencia, aunque rechaza la formación de «un gobierno extremista» de los talibanes, según recoge Efe.
En Panshir se supone que está también Amrullah Saleh, exvicepresidente primero del Gobierno afgano, ahora autoproclamado presidente interino -tras la huida del país del presidente Ashraf Ghani- y el mayor promotor de la resistencia.
Comienza la negociación para sentar las bases de la nueva Administración
Los talibanes trabajan para presentar lo antes posible lo que califican de «gobierno integrador» en Afganistán y han lanzado consultas con antiguos responsables del Ejecutivo en 20 de las 34 provincias. El mulá Abdul Ghani Baradar Akhund, cofundador de los talibanes, llegó el viernes pasado a Kabul desde Kandahar para liderar el proceso de diálogo y sentar las bases de la nueva Administración. En su agenda prevé entrevistas con mandos militares y referentes religiosos. De lo poco que ha trascendido, lo único seguro es que los fundamentos del nuevo mandato serán los de la sharia o ley islámica.
Baradar, que ha dirigido la oficina política talibán de Catar y encabezado las negociaciones en Doha en busca de un acuerdo de paz con EE.UU., es el principal candidato a la jefatura del Gobierno, aunque algunas fuentes afirman que este extremo, así como el perfil del nuevo Ejecutivo, no serán dados a conocer hasta que las fuerzas estadounidenses abandonen Afganistán. Que se trate de un Gabinete inclusivo o no suscita serias dudas.
Rusia dice que no tiene intención de intervenir en Afganistán
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró este lunes que Rusia no tiene intención de intervenir en Afganistán. «No, de eso ni se habla», remarcó Peskov, quien apuntó que una potencial intervención de Rusia en Afganistán «desataría una nueva guerra civil» en el país. «Ese guion de desarrollo de los acontecimientos [intervención de Rusia] ya se examinó en una reunión y se concluyó que evidentemente crea un peligro adicional en cuanto a una nueva guerra civil en Afganistán», dijo, según recoge Europa Press de la agencia de noticias rusa Sputnik.
Peskov, que incidió en que «nadie» tiene intención de intervenir en el país asiático tras el ascenso de los talibanes, apuntó a que tampoco habrá una «intervención diplomática» en Afganistán. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, matizó que «no hay prisa» por parte de Moscú para reconocer al régimen.