El mulá Baradar ya negocia el futuro Gobierno basado en la ley islámica

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

 el mulá Abdul Ghani Baradar, en una imagen tomada el pasado día 16.
el mulá Abdul Ghani Baradar, en una imagen tomada el pasado día 16. Reuters

La temida red Haqqani, con vínculos con Al Qaida, es la encargada de mantener la seguridad en Kabul

22 ago 2021 . Actualizado a las 10:54 h.

El cofundador de los talibanes y el que todo apunta será el nuevo presidente de Afganistán, el mulá Abdul Ghani Baradar, se encuentra ya en Kabul con el fin de decidir cuál será la nueva estructura de Gobierno del país y sus fundamentos, que según han anunciado se basará en la sharia (ley islámica).

El mulá Baradar, de 53 años, se reunió este sábado con el consejo interino para la transición formado por el expresidente Hamid Karzai, el ex primer ministro Abdulá Abdulá y el antiguo señor de la guerra Gulbuddin Hemaktyar.

Durante años Abdul Ghani Baradar fue la mano derecha del mulá Omar, el líder fundador del movimiento fundamentalista. Como jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar, jugó un importante papel en el histórico acuerdo con la Administración Trump en febrero del 2020, que puso fecha a la retirada de las tropas extranjeras.

El pasado martes llegó a Kandahar, cuna del movimiento talibán, en lo que aparentemente fue la primera vez desde la caída del régimen talibán en el 2001 que una delegación de tan alto nivel de los talibanes llegaba a Afganistán.

 La temida red Haqaqni

También en las últimas horas se ha producido una reunión entre Hemaktyar y Jalil Rahman Haqqani, uno de los líderes de la temida red terrorista Haqqani (EE.UU. ofrece 5 millones de dólares por su capura), ahora es la encargada de mantener la seguridad en Kabul, informa la cadena afgana 1TV News.

«El hecho de que tengamos a Jalil al Rahman Haqqani a cargo de la seguridad de Kabul es desalentador», lamentó un responsable de Inteligencia británico bajo anonimato a la cadena internacional estadounidense Voice of America. «La red Haqqani y al Qaida tienen una larga historia juntos, se podría argumentar que están entrelazados y es muy poco probable que corten las relaciones después de esto», lamentó.

El diplomático británico retirado Ivor Roberts ha añadido al mismo medio que la asignación de miembros de la red Haqqani para supervisar la seguridad de Kabul es similar a «poner al zorro a cargo de un gallinero». Roberts, asesor principal del Proyecto Contra el Extremismo, una red sin fines de lucro que investiga a los grupos extremistas, se declaró sorprendido por la medida. «Pensé que desde el punto de vista de las relaciones públicas, los talibanes estaban siendo un poco más inteligentes», estimó, según recoge Europa Press.

«En cambio, están presentando a los peores elementos de su coalición y envían una señal terrible a las mujeres, las niñas y la sociedad civil. Y creo que aumenta la posibilidad de que Afganistán se convierta nuevamente en un caldo de cultivo para el terrorismo internacional», añadió.