Al otro lado del Egeo, la situación del país centroasiático tras la conquista de Kabul por parte de los talibanes también preocupa al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En una conversación telefónica con el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, Erdogan coincidió en el «serio desafío para todos» que supone la posible ola de refugiados que abandonen Afganistán. Por ello el líder turco pidió tomar las «medidas necesarias» en aquel país y en Irán para evitar una llegada masiva de desplazados a sus fronteras.
Fuentes del Gobierno de Atenas citadas por el diario griego Macropolis señalaron que será necesario que Bruselas ofrezca nuevos incentivos económicos a Ankara para que se haga cargo de los refugiados afganos e impida que lleguen a Grecia. Se repetiría así la forma de actuar con la que Bruselas respondió a la crisis migratoria del 2015, protagonizada por refugiados sirios. El ministro Mitarakis advirtió esta semana que Atenas no está dispuesta a que se repita lo sucedido hace seis años, cuando más de un millón de solicitantes de asilo arribaron a su territorio desde Turquía atravesando la frontera terrestre o cruzando el Egeo.