Grecia y Turquía refuerzan sus fronteras para rechazar a los refugiados afganos

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

Campamento de refugiados acoge a 400 desplazados de Afganistán, Pakistan e Irán.
Campamento de refugiados acoge a 400 desplazados de Afganistán, Pakistan e Irán. Europa Press

«No podemos esperar pasivamente el posible impacto» de la crisis en el país centroasiático, advierte el Gobierno de Atenas

21 ago 2021 . Actualizado a las 19:09 h.

Los afganos que intenten escapar de su país tras el éxito de los talibanes y no consigan hacerlo por medio del aeropuerto de Kabul van a encontrarse con dos muros en caso de que traten de llegar a pie a Europa. El primero es el que Turquía, que acoge a 3,7 millones de refugiados sirios y a cerca de 120.000 afganos, está levantando en su frontera con Irán. Ya se han completado 156 kilómetros y se espera llegar a los 243.

El segundo muro es el que separa la linde terrestre entre Grecia y Turquía, donde el país heleno cuenta con una valla dotada de un moderno sistema de vigilancia con videocámaras de visión nocturna, sensores e incluso alarmas acústicas para aturdir a quien trata de cruzar la frontera. Las sirenas producen un ruido de 160 decibelios, 40 más de las que emite un avión al despegar.

Muro levantado en Alexandroupolis, en la frontera entre Grecia y Turquia.
Muro levantado en Alexandroupolis, en la frontera entre Grecia y Turquia. ALEXANDROS AVRAMIDIS | Reuters

«No seremos y no podemos ser la vía de entrada a Europa para los refugiados y migrantes que puedan intentar venir a la UE», advirtió esta semana el ministro de Migración y Asilo griego, Notis Mitarakis, en declaraciones a la televisión pública ERT. Michalis Chrisochoidis, ministro de Protección Ciudadana, reafirmó al visitar la región fronteriza de Evros, donde se han reforzado los controles, que Grecia «no puede esperar pasivamente el posible impacto» de la crisis afgana y subrayó que «nuestras fronteras seguirán siendo inviolables».

Al otro lado del Egeo, la situación del país centroasiático tras la conquista de Kabul por parte de los talibanes también preocupa al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En una conversación telefónica con el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, Erdogan coincidió en el «serio desafío para todos» que supone la posible ola de refugiados que abandonen Afganistán. Por ello el líder turco pidió tomar las «medidas necesarias» en aquel país y en Irán para evitar una llegada masiva de desplazados a sus fronteras.

Fuentes del Gobierno de Atenas citadas por el diario griego Macropolis señalaron que será necesario que Bruselas ofrezca nuevos incentivos económicos a Ankara para que se haga cargo de los refugiados afganos e impida que lleguen a Grecia. Se repetiría así la forma de actuar con la que Bruselas respondió a la crisis migratoria del 2015, protagonizada por refugiados sirios. El ministro Mitarakis advirtió esta semana que Atenas no está dispuesta a que se repita lo sucedido hace seis años, cuando más de un millón de solicitantes de asilo arribaron a su territorio desde Turquía atravesando la frontera terrestre o cruzando el Egeo.