Haití roza los 2.000 muertos mientras un millón de personas carecen de lo más básico

maría montecelos LOS CAYOS (HAITÍ) / EFE, REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Una mujer en el estadio de Gabion antes del paso de la tormenta Grace
Una mujer en el estadio de Gabion antes del paso de la tormenta Grace Orlando Barría | EFE

La tormenta Grace agrava la situación causada por el seísmo y provoca al menos un fallecido

18 ago 2021 . Actualizado a las 20:28 h.

Un grupo de niños juega al fútbol en el estadio de Gabion, en Los Cayos, cerca de un hombre que se afana en apuntalar unos troncos que servirán de estructura para lo que será su vivienda, después de que su hogar quedara reducido a escombros en el terremoto que sacudió Haití el sábado y que, según las autoridades, ha dejado ya 1.941 muertos y cerca de 9.900 heridos.

Fanfan Salomon es uno de los cientos de haitianos instalados en el campamento ubicado en este recinto para albergar a las familias que han visto desaparecer sus casas y casi todo cuanto tenían por el seísmo, una necesidad aún más perentoria tras el paso de la tormenta tropical Grace sobre el sur haitiano, donde ha causado al menos un muerto.

Sin refugio ni sustento

El escenario es desolador y las autoridades haitianas calculan que el 40 % de la población de la región suroeste, cerca de 684.400 personas en total, requieren de ayuda humanitaria urgente, puesto que muchos se han quedado sin refugio ni capacidad para conseguir sustento. El cálculo de Unicef es incluso más alarmante: 1,2 millones de personas, incluidos unos 540.000 niños, tienen acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición.

Salomon y su familia acudieron al campamento habilitado en el estadio Gadion para refugiarse de las precipitaciones y vientos que traía Grace, pero no le proporcionaron lo necesario para guarecerse, por eso reclama a las autoridades que les hagan llegar pronto la ayuda que necesitan, puesto que lo recibido hasta ahora resulta insuficiente para tantos afectados.

Por su parte, Jocerlaine Marie Michel, miembro de una familia de nueve integrantes, se maneja con un pico con idénticas intenciones a las de su vecino: dar cobijo, aunque sea precario, a sus hijos. Igual que todos los que están en el estadio, se ha quedado sin nada y el martes por la noche consiguió refugiarse de la lluvia en una iglesia cercana a la instalación deportiva.

Otras familias ya están más o menos instaladas, como la de Kama Jhon Peter, que aprovechó una hilera de asientos bajo las gradas del estadio para montarse su hogar con unas lonas. Sin embargo, su rudimentaria vivienda no los protegió de la tormenta, aunque la lluvia es una minucia teniendo en cuenta que ha perdido a dos familiares en el terremoto y que muchos de sus allegados también se han quedado sin casa.