Pedro Baños, coronel y especialista en geopolítica: «Afganistán puede convertirse en base de grupos terroristas»

Iria Juiz, F.E. REDACCIÓN / LA VOZ

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Pedro Baños Bajo
Pedro Baños Bajo MARCOS CREO

Para el analista, «los talibanes no hubieran logrado avanzar como lo han hecho en los últimos días sin el apoyo popular»

17 ago 2021 . Actualizado a las 16:33 h.

El leonés de 61 años Pedro Baños, coronel y analista de geoestrategia, ya predijo en más de una ocasión la victoria talibana en tierras afganas. Sus vaticinios se cumplieron hace ya dos días cuando los integristas lograron hacerse con el control de Kabul. Baños, experto en terrorismo yihadista, inteligencia y relaciones internacionales, predice qué sucederá ahora ante el caos en el que se ha sumido el país asiático.

—¿Se puede señalar a algún culpable de lo sucedido en Afganistán?

—Es difícil acusar a alguien porque es una zona donde la inestabilidad es una constante histórica: hay muchas etnias, y en muchos casos, enfrentadas entre sí. Es cierto que el intento por parte de Occidente, y sobre todo de Estados Unidos, de pacificar y democratizar un país tan fraccionado —que en cierto modo vive en la Edad Media— no ha sido muy sensato, teniendo en cuenta su historia y sus necesidades. Intentar implantar una democracia donde no existe el sustrato social donde pueda prender era demasiado insensato.

—¿Estados Unidos invadió el país en el 2001 por intereses geopolíticos o simplemente fue un acto de venganza?

—Cuando se invadió Afganistán fue un acto de venganza en respuesta a los atentados del 11S. A partir de ahí, con la fábula de democratizar el país, se ha hecho un esfuerzo gigantesco. Pero creo que para los afganos —y no solo para los más radicales, como los talibanes— esta era una ayuda que había que expulsar del país por el mero hecho de ser extranjera. Durante muchos años se ha intentado continuar con este esfuerzo, pero Occidente se ha dado cuenta finalmente de que era en vano.

—¿Es cierto que existe un gran apoyo popular a los talibanes?

—Muchísimo. Siempre lo hubo por parte de una fracción de la población, y todavía sigue existiendo un gran apoyo popular. En algunas zonas muchos afganos preferían a los talibanes porque cuando estaban ellos en el poder había más orden y control, algo que no ocurrió cuando estaban en manos de las fuerzas gubernamentales, muy corruptas. Los insurgentes fundamentalistas no hubieran podido avanzar, como lo han hecho estos últimos días, sin el apoyo popular.

—¿Cuáles son las consecuencias de la toma de control por los talibanes del país asiático?

—Las consecuencias serán muy importantes, sobre todo para los afganos que hayan colaborado con los extranjeros. Su vida corre peligro. Y por supuesto también para el futuro de las mujeres, que va a ser muy distinto al que se planeó durante estos veinte años en los que se les ha intentado dar esperanza.

—¿Y en los países más próximos a Afganistán?

—Hay muchas implicaciones, tanto para Irán como para Pakistán, un país absolutamente clave a la hora de solucionar cualquier situación en el contexto afgano. Incluso para Rusia, que puede tener la creencia de que esta es la revancha por el fracaso que ellos sufrieron precisamente en 1989. Por otro lado, seguro que China también ve con buenos ojos el que haya sido expulsado del país su gran adversario geopolítico, que es Estados Unidos.

—En el caso de Occidente, ¿existe algún peligro real que deba preocupar?

—Los talibanes nunca han sido universalistas, nunca han tenido aspiraciones de expansión por el mundo, al contario de otros grupos como los yihadistas del Estado Islámico y los de Al Qaida. Lo que si es cierto es que Afganistán puede convertirse en un campo de entrenamiento, en una base de asentamiento de grupos terroristas, y esto no deja de ser una preocupación, sobre todo para los países occidentales.

—¿Se espera una oleada de migración masiva?

—La migración va a ir hacia Pakistán e Irán. Este último país ya recibió una importante cifra de desplazados durante los diez años que los soviéticos ocuparon Afganistán. Llegar a Europa está claro que habrá quien lo intente, sobre todo aquellos que han colaborado con las fuerzas extranjeras, pero no creo que este sea un movimiento masivo.