Los progresistas neerlandeses apuestan por un gobierno liberal con izquierda

Redacción LA VOZ

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Sigrid Kaag y Rob Jetten, representantes del partido D66, llegando a La Haya para reunirse con Mariëtte Hamer
Sigrid Kaag y Rob Jetten, representantes del partido D66, llegando a La Haya para reunirse con Mariëtte Hamer Bart Maat

La líder del partido progresista de los Países Bajos D66, Sigrid Kaag, presenta hoy en La Haya un acuerdo de coalición

16 ago 2021 . Actualizado a las 16:39 h.

La líder progresista en los Países Bajos, Sigrid Kaag, apostó este lunes por negociar una coalición de gobierno entre los liberales de derechas, del primer ministro saliente Mark Rutte, con los socialdemócratas y los verdes, tras cuatro semanas de pausa en las conversaciones, que llegaron a un punto muerto antes de verano.

La líder del progresista D66, que cuenta con 24 escaños en el Parlamento neerlandés, descartó a la Unión Cristiana —su socio en la actual coalición en funciones— en el futuro gobierno, para poder sacar adelante, por ejemplo, leyes relativas a la ética médica, como la ampliación de la ley de la eutanasia a mayores que consideren que han «completado su vida» a pesar de no tener problemas de salud, un proyecto vetado por los cristianos.

Para Kaag, el futuro gobierno «tiene que ser diferente, con una composición diferente en el gabinete, con diferentes opciones y prioridades», señaló hoy en una entrevista con el diario neerlandés AD, en referencia a una mayor política climática y proeuropea, y a mejoras en la educación y el Estado de derecho.

La apuesta de Kaag, que lidera el segundo mayor partido del Parlamento de La Haya después de los liberales de Rutte (VVD) (con 34 escaños) es una coalición de estos dos partidos, junto a Llamada Democristiana (CDA) (15 escaños) los socialdemócratas (PvdA) (9 diputados) y la izquierda verde de GroenLinks, que tiene 8 parlamentarios. «Si nos fijamos en la estabilidad en el Parlamento y el Senado, esta opción es la lógica», aseguró Kaag.

Esta combinación obtendría una mayoría parlamentaria, pero también en el Senado, lo que daría lugar a un gobierno más estable que la coalición saliente, formada por VVD, CDA, D66 y Unión Cristiana, que contaban con 76 de los 150 diputados del Parlamento pero no tenían mayoría en el Senado.

Sin embargo, los de Rutte y CDA defendieron antes de verano que esta combinación de partidos tendería «demasiado hacia la izquierda», mientras que PvdA y GroenLinks tuvieron un pacto electoral de participar solo juntos en una futura coalición de gobierno, y no por separado.

Kaag y Rutte se encuentran reunidos este lunes con Mariëtte Hamer, la informateur (encargada de investigar las posibilidades de formar coalición en los Países Bajos), después de una pausa de cuatro semanas debido al estancamiento de las negociaciones justo antes de verano, y ambos líderes esbozaron juntos un posible acuerdo de coalición que discutirán hoy con Hamer.

Los Países Bajos celebraron elecciones parlamentarias a mediados de marzo, aunque la actual coalición gobierna en funciones desde enero, cuando dimitió en bloque después de un escándalo de ayudas sociales a miles de familias que fueron acusadas sin fundamento por la Agencia Tributaria de haber defraudado al Estado para obtener subvenciones para pagar las guarderías de sus hijos, lo que llevó a muchos padres a la ruina.