Los partidos italianos inician la batalla para elegir al sustituto de Mattarella

valentina saini VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Mattarella con Draghi, el pasado mes de julio
Mattarella con Draghi, el pasado mes de julio PAOLO GIANDOTTI | EFE

Diputados y senadores deberán votar en enero al nuevo jefe de Estado

08 ago 2021 . Actualizado a las 09:56 h.

Ya ha comenzado en Italia el llamado «semestre blanco»: según la Constitución, el presidente de la República ya no puede disolver las dos Cámaras del Parlamento ni convocar nuevas elecciones. Tras los siete años de presidencia del democristiano Sergio Mattarella (Palermo, 1941), en enero el Parlamento deberá elegir a un nuevo jefe de Estado. En Italia, este representa la unidad nacional y tiene «poderes de acordeón»: cuando el Gobierno es fuerte y cuenta con un sólido apoyo del Parlamento, su papel es casi el de un notario; cuando el Gobierno es débil, juega un papel crucial de guía y estabilizador.

En los últimos 20 años, en que Italia ha tenido nueve primeros ministros (pero solo tres jefes de Estado), el presidente de la República ha sido decisivo en muchas crisis políticas. Por ejemplo, fue el excomunista Giorgio Napolitano quien, junto con el primer ministro Mario Monti, condujo a Italia a través del caos que siguió a la dimisión de Silvio Berlusconi en el 2011, cuando el país parecía estar a punto de deslizarse hacia una crisis financiera inapelable. Y fue Mattarella, entre el 2018 y el 2021, quien gestionó hábilmente las convulsiones políticas provocadas por el predominio en el Parlamento de dos fuerzas populistas (el Movimiento 5 Estrellas y la Liga de Matteo Salvini), y la exuberancia del ex primer ministro Matteo Renzi.

Por estas razones, los partidos italianos harán todo lo posible para nombrar a su propio hombre en el Quirinale, el elegante palacio situado en la colina más alta de Roma, donde entre 1871 y 1946 residieron los reyes de Italia. Varias fuentes políticas han confirmado a La Voz que Salvini intentará enviar al Quirinale al actual primer ministro Mario Draghi, para empujar al país hacia nuevas elecciones y ganarlas con una gran alianza de derechas.

Partidarios y detractores

En cambio, muchos quieren que Draghi siga como primer ministro: entre ellos, el Partido Democrático y el M5E, y probablemente también Forza Italia, el partido conservador de Berlusconi. El propio Renzi no quiere a Draghi en el Quirinale, porque no hay nadie que pueda reemplazarle como primer ministro, y si se celebraran nuevas elecciones es muy probable que su minipartido liberal, Italia Viva, no consiguiera ni un solo diputado.

Al parecer, el Partido Democrático y el M5E quieren proponer a Berlusconi una alternativa que pueda gustarle: por ejemplo un candidato de centro-izquierda moderado como el ex primer ministro (y actual comisario europeo) Paolo Gentiloni o el actual presidente del Parlamento europeo, David Sassoli, o el exalcalde de Roma Walter Veltroni. «Veltroni sería perfecto como presidente», declaró a La Voz un político que conoce muy bien la lógica del Parlamento. «Creo que es un candidato que podría conseguirlo, porque es una persona capaz y siempre abierta al diálogo».

Según los rumores, Renzi apoyará la elección de un democristiano, como Pier Ferdinando Casini, o de la actual ministra de Justicia, la católica Marta Cartabia, que justo estos días está llevando a cabo una considerable reforma de la Justicia italiana, criticada, sin embargo, por varios magistrados influyentes.

También cabe la posibilidad, si al Parlamento italiano le resultara muy difícil la elección del nuevo presidente, que Mattarella permanezca en su puesto -a regañadientes- al menos durante unos años. Su predecesor Napolitano se quedó en el Quirinale durante casi nueve años: es por eso, entre otras cosas, que le siguen llamando el «rey Giorgio».

Conte prepara una renovación del Movimiento 5 Estrellas tras asumir su liderazgo

El ex primer ministro italiano Giuseppe Conte, recién elegido presidente del Movimiento 5 Estrellas (M5S) por su militancia, avanzó que en septiembre designará un nuevo equipo para renovar la formación «antipolítica». «El nuevo equipo llegará en septiembre y será el testimonio de una gran renovación con la introducción de un centenar de nuevas figuras», adelantó en una entrevista a Il Fatto Quotidiano.

Conte fue investido el viernes por la noche presidente del M5S con el 92,8 % de los votos de la militancia, culminando así la renovación del liderazgo del partido más numeroso del actual Parlamento italiano y tras una dura pugna, ya resuelta, con su fundador, Beppe Grillo, recoge Efe.

El M5S, el partido más votado en las elecciones generales del 2018, atraviesa una dura crisis con repetidos fracasos en comicios regionales posteriores y ha pasado por una convulsa temporada de tensiones internas que Conte aspira a subsanar. Una cuestión que deberá afrontar será la postura de un M5S cuyas facciones internas se dividen entre volver a los orígenes contestatarios y activistas de la «antipolítica» o mantenerse con su actual carácter institucional y de Estado.

El M5S forma parte del Gobierno de unidad nacional que reunió el economista Mario Draghi para salir de la crisis de la pandemia, con el apoyo de todos los partidos menos de la ultraderechista Hermanos de Italia. Conte aseguró que seguirá apoyando a Draghi pero que «hará oír» sus propuestas especialmente en política social y medioambiental.