La Justicia brasileña lo investiga por difundir noticias falsas
06 ago 2021 . Actualizado a las 09:45 h.El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, será imputado por difusión de noticias falsas. Así lo decidió el Tribunal Supremo del país, que implicó al mandatario en un proceso judicial abierto en el 2019 que investiga la divulgación de bulos que atentan contra las instituciones democráticas.
Al calvario jurídico en el que está inmerso el exmilitar se suman los malos datos de los sondeos, que lo sitúan 14 puntos por debajo de su principal adversario político, Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro será investigado a petición del Tribunal Superior Electoral (TSE) por cuestionar la fiabilidad del sistema electrónico de votación brasileño, que lleva funcionando desde 1996, y afirmar sin pruebas que fomenta el fraude electoral.
En su defensa de un modelo mixto que incorpore también el papel, el dirigente aprovechó para arremeter contra el presidente del TSE, Luis Roberto Barroso, al que acusó de favorecer a Lula da Silva de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Para el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, la conducta de Bolsonaro puede ser constitutiva de delitos de «calumnia», «injuria», «apología al crimen» y «asociación ilícita».
El propio TSE abrió también un expediente administrativo contra el exmilitar por sus ataques al sistema y a Barroso, que podría impedirle presentarse como candidato a la Presidencia en los comicios del 2022.
Otros problemas con la Justicia
Este no es el único frente judicial con el que lidia el ultraderechista, que, desde que fue investido, en enero del 2019, se ha visto implicado en numerosos litigios.
En abril del año pasado el entonces ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, dimitió y acusó a Bolsonaro de interferir ilegalmente en la Policía Federal.
A comienzos de este verano, saltó un nuevo escándalo relacionado con el proceso de negociación para la compra de 20 millones de dosis de la vacuna contra el covid Covaxin. Según Luis Ricardo Miranda, jefe de importaciones del Ministerio de Sanidad, existieron «presiones atípicas» para culminar la operación, además de desajustes en los documentos de compra, que parecían indicar la existencia de irregularidades en el proceso de adquisición.
Miranda puso los hechos en conocimiento de Bolsonaro, que presuntamente ya sabía de la existencia de la trama y está siendo investigado por la Fiscalía por un delito de prevaricación.
Dos de los hijos del presidente brasileño, Flávio y Carlos Bolsonaro, senador y concejal de Río de Janeiro, respectivamente, también están imputados en otro proceso por desvío de fondos públicos.