Las bandas de delincuentes convierten el sur de Caracas en un paisaje bélico

Pedro García Otero CARACAS / CORREPONSAL

INTERNACIONAL

Un grupo de personas corren para refugiarse durante un tiroteo en el conflictivo barrio caraqueño de La Vega
Un grupo de personas corren para refugiarse durante un tiroteo en el conflictivo barrio caraqueño de La Vega MIGUEL GUTIÉRREZ

Los criminales mantuvieron durante 48 horas un pulso contra mil agentes desplegados por la Policía y el Ejército

10 jul 2021 . Actualizado a las 21:33 h.

Fueron necesarias casi 48 horas de terror, disparos y explosiones ininterrumpidas en el sur de Caracas para que, con un despliegue digno de una acción bélica, el régimen de Nicolás Maduro recuperase, aunque solo sea temporalmente, el control de la Cota 905, un barrio de la capital de Venezuela en el que la banda delictiva de El Koki se ha atrincherado y desde el cual, periódicamente, siembra el caos en toda Caracas.

Desde el pasado miércoles a la una de la tarde (hora local), la banda de Carlos Luis Revette, alias El Koki, volvió a desatar el pánico en la ciudad, disparando contra vehículos, policías y comandos militares desde la montaña que controla, y que debe su nombre a la carretera que la bordea, que se encuentra a 905 metros sobre el nivel del mar.

Los más de mil agentes de seguridad, entre policías y militares, que tomaron la Cota 905 la mañana de este viernes, armados incluso con lanzamisiles, se encontraron con búnkeres de cemento abandonados. Esta es al menos la tercera vez que, después de acciones similares, la banda de El Koki emprende la retirada hacia otras barriadas de un complejo enjambre urbano en el sur de Caracas, ciudad que ocupa un estrecho valle atravesado por colinas que, con el paso de los años, han ido llenándose de viviendas autoconstruidas (denominadas localmente ranchos), en las que vive más del 70 % de su población.

Los seis fallecidos y al menos once heridos que han dejado los tiroteos de los últimos dos días parecen una cifra relativamente baja para una ciudad tan cruenta como Caracas, considerada la capital más violenta del mundo por la oenegé mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, que elabora una lista anual de las 50 ciudades más peligrosas del planeta.

Sin embargo, algunas de las personas que resultaron heridas recibieron balazos a varios kilómetros de la Cota 905, lo que demuestra la potencia del armamento que maneja El Koki, quien jamás ha hecho ninguna proclama que explique el porqué de sus acciones.

Mientras tanto, los habitantes de esa zona, una de las más pobres de Caracas, y que vio surgir los primeros operativos de liberación del pueblo (OLP, del régimen de Nicolás Maduro), fueron obligados por los delincuentes a bajar de sus viviendas a la ciudad, haciendo ruido con sus cacerolas, para exigir a la policía que se retirara, según señalaron los propios residentes.

Los llamados OLP son una de las medidas del régimen de Nicolás Maduro más criticadas por los defensores de derechos humanos, por la letalidad y el abuso policial que suelen acompañarlas, y han sido denunciadas tanto ante el Tribunal Penal Internacional como en los informes de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En todas las zonas aledañas a la Cota 905 y sus barriadas vecinas (un espacio que abarca siete parroquias en el que viven unos 700.000 caraqueños) se vivieron dos noches y dos días de terror, incluyendo, en la urbanización El Paraíso —un coqueto sector residencial al pie de la montaña donde está la Cota 905—, el traslado de familias completas a los pasillos de los edificios, para alejarse lo más posible de las ventanas por las que penetraban decenas de balas.

Territorios secuestrados por las bandas

La ministra del Interior del régimen de Maduro, Carmen Meléndez, afirmó que «los cuerpos de seguridad del Estado permanecerán en combate el tiempo que sea necesario para liberar la totalidad de los territorios secuestrados por las bandas».

Es la tercera vez este año que el régimen de Maduro canta victoria contra El Koki y las bandas delictivas del sur de la capital venezolana.

Mientras tanto, el líder de la oposición, Juan Guaidó, criticó los hechos y señaló que Maduro «fracasó hasta como dictador», porque «a menos de 5 kilómetros del palacio de Miraflores no controla el país».