El Reino Unido endurece la ley de inmigración para frenar las llegadas ilegales

Iñigo Gurruchaga, LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Un grupo de personas emigrantes son trasladados en una pequeña embarcación a Dover (Reino Unido)
Un grupo de personas emigrantes son trasladados en una pequeña embarcación a Dover (Reino Unido) Gareth Fuller | Europa Press

Los traficantes de personas podrían enfrentarse a penas de cadena perpetua

07 jul 2021 . Actualizado a las 11:14 h.

El cambio de ley que presentan desde el Parlamento británico autorizará a los botes de la Border Force (Fuerza Fronteriza) para detener y requisar a aquellos que transportan por aguas del canal de la Mancha a inmigrantes ilegales, evacuar a sus ocupantes y retornarlos a su costa de origen.

El proyecto de ley introducido este martes incluye un paquete de medidas entre las que también se incluye el castigo con restricciones de visados a los países que se nieguen a aceptar el envío de deportados, la reducción de los servicios públicos a los que podrán acceder quienes piden estatuto de refugiado pero no han utilizado los canales legales y además el envío temporal a otros lugares mientras se procesan los casos.

El proyecto de ley pretende agilizar los trámites, reduciendo plazos de recurso o sancionando la presentación de solicitudes con diferentes nombres.

Según el Gobierno, la mayoría de inmigrantes ilegales llega al Reino Unido atravesando con botes el canal de la Mancha. En el 2020, el número de los así identificados fue de 8.420, según el diario The Times, y este año la tendencia lleva hacia un aumento. El proyecto de ley da sin embargo nuevos poderes a las autoridades para inspeccionar contenedores sospechosos en los puertos.

La existencia de abogados oportunistas que explotan el sistema judicial para obstaculizar las deportaciones ha sido denunciada repetidamente por la ministra de Interior, Priti Patel. La política tory ha ganado fama como partidaria de una línea dura, llegando a posar para los fotógrafos en el exterior de la vivienda en la que oficiales de Policía estaban deteniendo a supuestos capos del tráfico de inmigrantes.

Según la nueva ley, los traficantes de personas podrían enfrentarse a penas de cadena perpetua y los inmigrantes con antecedentes penales deportados que regresen a este país podrían ser castigados con cinco años de cárcel, frente al máximo actual de seis meses.

Desde el brexit, Reino Unido ha eliminado el libre movimiento de personas procedentes de países de la Unión Europea y ha establecido un sistema de inmigración basado en puntos. Quiere atraer a personas de alta cualificación procedentes de cualquier lugar del mundo y a personal necesario para sectores de la economía británica, con mínimos salariales garantizados.

El Ministerio del Interior señala que ningún país europeo ha asentado a tantos refugiados legítimos -25.000 en seis años- como Reino Unido.

No obstante, los partidos de la oposición y organizaciones no gubernamentales han criticado el polémico proyecto de ley. Para los liberal-demócratas, «la ley antirrefugiado» es «cruel y contraproducente». El Partido Laborista, por su parte, sostiene que el proyecto  «no incluye propuestas efectivas para acometer el problema del creciente número de personas que arriesgan su vida cruzando el Canal».

Para Patel, su proyecto de ley ofrece «aquello por lo que los británicos han votado siempre, recuperar el control de nuestras fronteras». Sondeos de la consultora de mercados YouGov muestran que una gran mayoría de británicos aprueba que se den visados a tres millones de refugiados de Hong Kong o que se acepten inmigrantes que se necesitan en empleos específicos, pero el 70 % cree que la política de inmigración es mala y el 17 % buena.