El Gobierno de Macron responde a Putin que solo Francia hace champán

Lucía Roibás, L.P. REDACCIÓN

INTERNACIONAL

El presidente ruso, Vladimir Putin, con una copa de champán durante una recepción a los embajadores en el Kremlin
El presidente ruso, Vladimir Putin, con una copa de champán durante una recepción a los embajadores en el Kremlin POOL New

El Ministerio de Agricultura y las empresas vitivinícolas francesas contestan con dureza a la ley impulsada por Rusia, que prohibirá que las bebidas espumosas procedentes del extranjero sean catalogadas como champán

07 jul 2021 . Actualizado a las 08:41 h.

El Gobierno francés ha reaccionado de manera contundente este martes a la nueva ley firmada por Vladimir Putin. La norma, aprobada el pasado viernes, obliga a renunciar a la palabra champán para etiquetar a los «vinos espumosos» que no procedan de Rusia, que a partir de ahora deberán ser clasificados como tales. «La posición de Francia es muy clara: la palabra champán viene de esa región francesa donde se produce y que tiene una denominación de origen», declaró el ministro francés de Agricultura, Julien Denormandie.

En una entrevista en la emisora Sud Radio, Denormandie reconoció que siguen «muy de cerca» la situación con las autoridades rusas, y que la defensa de esa denominación en el país euroasiático se ha convertido ya en una «batalla de años». «Hace mucho que estamos trabajando con los rusos en esta situación y seguiremos haciéndolo», añadió el ministro. Ya en los años 30, Stalin ordenó crear un «champán soviético» al alcance de toda la población, y que sigue siendo popular en Rusia.

Desde el sector vitivinícola francés también se acoge con recelo y estupor la nueva norma. El Comité Champagne, que agrupa a toda la industria relacionada con la producción de la bebida —como viticultores y bodegas—, va más allá, afirmando que está «escandalizado». Según la nueva legislación rusa, solo los vinos efervescentes rusos podrán usar la palabra Shampanskoe en cirílico en la parte delantera de las etiquetas, mientras que los productores extranjeros deberán colocar «vino espumoso» en la trasera.

El comité anima en un comunicado a las empresas a que dejen de enviar sus bebidas a Rusia hasta que la situación se aclare, y pide a las diplomacias de la UE y de Francia que consigan «la modificación de esta ley inaceptable». Sin embargo, algunas de las marcas más reconocidas de champán, como Moët Hennessy (que forma parte del grupo de lujo LVMH), ya han anunciado que seguirán las instrucciones rusas.