Quebec avanza hacia un cambio unilateral de la Constitución sin el rechazo de Trudeau

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El primer ministro de Quebec, François Legault.
El primer ministro de Quebec, François Legault. JACQUES BOISSINOT / ZUMA PRESS / EUROPA PRESS

Trata de marcar un perfil propio mediante una cláusula para modificar la Carta Magna sin necesidad de un visto bueno

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia de Quebec quiere ir un paso más allá frente al conjunto de Canadá. Con el objetivo de dotar de más peso legal al francés e introducir el término nación, se encamina hacia un cambio unilateral de la Constitución que no chocará, en principio, con el Gobierno de Justin Trudeau.

El debate llega de la mano del primer ministro de Quebec, François Legault, que ha tratado de marcar un perfil propio frente al conjunto de Canadá. Con la Ley 96, quiere destacar que el francés es el idioma oficial y que los quebequeses forman una «nación». La novedad reside no tanto en los conceptos en sí como en elevarlos a la propia Constitución de Canadá mediante una cláusula que permite modificar la Carta Magna de forma unilateral.

Trudeau no ha reaccionado igual que lo hizo hace cuatro años, cuando descartó reabrir la Constitución ante una tentativa del entonces primer ministro, Couillard. La posición de Trudeau ahora es otra. «Durante mucho tiempo, el Gobierno federal ha reconocido que tenemos dos idiomas oficiales, pero que Quebec debe cumplir un papel especial en la protección del francés», declaró en mayo el primer ministro liberal, que depende en gran medida de los votos en la provincia. En Quebec se ponen en juego 78 escaños en las elecciones generales.

El investigador del Real Instituto ElCano Ignacio Molina explica a Europa Press que los cambios que quiere introducir Quebec no añaden matices rompedores, porque el Parlamento ya asumió en en el 2006 que los quebequeses forman una nación -«dentro de una Canadá unida», decía el texto- y que el Gobierno de Trudeau ha tratado de promover el francés, pero reconoce la novedad desde el punto de vista jurídico que sea un cambio unilateral.

El Gobierno central tiene esta vez en frente a un líder «nacionalista», no «independentista», lo que, para Molina, justifica en parte el gesto de Trudeau.