Hallan tres mineros muertos de los siete atrapados en México

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INTERNACIONAL

Miguel Sierra | Efe

Uno de los voluntarios ve difícil que el resto de los trabajadores se encuentren con vida por el nivel de agua de la galería inundada y el tiempo transcurrido

06 jun 2021 . Actualizado a las 16:25 h.

A medida que van pasando las horas, las esperanzas de los familiares de los mineros atrapados en una mina al norte de México de hallarlos con vida se van agotando. Si hace unas horas se confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de uno de los al menos siete trabajadores, ahora ya son tres las víctimas mortales encontradas. A pesar de ello continúan las labores de rescate contrarreloj de las autoridades, a la vez que trascendió que sobre la mina pesaba una denuncia por «terribles condiciones» de trabajo.

«El día de hoy a las 6.20 hora local (11.20 GMT) se encontró, tras una labor infatigable por parte de los rescatistas, el cuerpo de un tercer minero de los siete que quedaron atrapados tras la inundación en la mina de Micará en Múzquiz, Coahuila», indicó la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno mexicano a través de las redes sociales. Tras la recuperación de estos tres cuerpos, resta por conocer el estado de los otros cuatro mineros atrapados en el derrumbamiento.

Según la organización Familia de Pasta de Conchos, los cuerpos recuperados en las ultimas horas son los de los mineros Pedro Ramírez y Humberto Rodríguez. «Lamentamos profundamente que una familia de Pasta de Conchos tenga que volver a pasar por esta tragedia por la misma negligencia y abuso patronal de hace 15 años», indicó la oenegé en Twitter tras la muerte de Rodríguez.

A estas dos víctimas hay que sumar la muerte de Mauricio Cortez, cuyo cuerpo sin vida fue recuperado este sábado a las 9.30 hora local (14.30 GMT). Él fue el primero de los siete trabajadores localizado en la mina desde el inicio del rescate. Pedro Sánchez, uno de los mineros voluntarios que sacó el cuerpo, dijo ante la prensa que será «medio difícil» encontrar al resto de mineros con vida por el nivel de agua y el tiempo transcurrido.

Tras el hallazgo del primer cuerpo, el Gobierno de México y el Gobierno de Coahuila expresaron de forma conjunta su «pésame a la familia del fallecido». Además, a través de un comunicado el Ejecutivo federal aseguró que las labores de rescate prosiguen «de manera interrumpida para encontrar a los mineros restantes».

Ya pasaron cerca de 48 horas desde que una inundación derrumbó el viernes al mediodía el techo y las paredes de la mina de arrastre de carbón de la empresa Micaran en el municipio de Múzquiz, en el norteño estado de Coahuila.

Al lugar se trasladaron personal del Ejército y de Protección Civil para drenar el agua de la mina y rescatar a los trabajadores, mientras los familiares de las víctimas pasaron la noche en las inmediaciones rezando para pedir un pronto rescate.

Miguel Sierra | Efe

La hipótesis manejada por las autoridades es que una inundación por el desbordamiento de una presa provocó la rotura del techo y paredes de la mina, provocando el colapso del lugar, donde quedaron atrapados los mineros.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de visita en el sureño estado de Campeche, deseó el viernes, antes del hallazgo del primer cuerpo, que «el rescate sea favorable para las familias y para todos».

Por su parte, el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, se encuentra en el lugar de los hechos, ubicado a unos 320 kilómetros al norte de Saltillo, capital del estado, donde supervisa las labores de desagüe de la mina.

Un mal historial de la zona

El hundimiento de la mina de Múzquiz, sobre la que pesaban quejas por las malas condiciones laborales, se suma al trágico historial de la región minera de Coahuila.

El accidente trajo a la memoria lo sucedido el 19 de febrero de 2006, en la mina de Pasta de Conchos, en el mismo estado, donde 65 trabajadores murieron en un accidente y solo dos cuerpos fueron recuperados mientras el resto permanecen sepultados a día de hoy.

Desde entonces, ha habido más de 100 muertes de mineros en la zona, según denuncia la organización Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de las víctimas de la tragedia.

Precisamente, este grupo mandó el 23 de octubre del año pasado una carta a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado, quejándose de las condiciones de la mina de Micaran en Múzquiz, accidentada el viernes.

En la misiva, que no recibió respuesta, pidieron una reunión con Bartlett a fin de garantizar las condiciones para la «no repetición de siniestros y fallecimientos evitables en las minas de carbón» de Coahuila. «Desde octubre del 2020 se denunciaron ante la CFE las terribles condiciones de esta mina, sin que las autoridades tomaran medidas acordes al riesgo», lamentó este sábado la organización Centro ProDH, que asesora a las víctimas de Pasta de Conchos.

Al parecer, en la mina de Micaran no había agua potable para los trabajadores, quienes trabajaban en zapatillas, sin ventilación, medidores de gas ni extinguidores, y no sabían si estaban afiliados al seguro social.

Pero la eléctrica pública se deslindó este sábado de lo sucedido asegurando que la mina accidentada no provee carbón a la CFE y que, por tanto, «era imposible que su director (Bartlett) estuviera enterado» de las condiciones de trabajo. La asociación Pasta de Conchos sospecha que, según su propio recuento, en la mina quedaron atrapados ocho trabajadores en lugar de los siete que aseguran las autoridades.