López Obrador evalúa su popularidad en unos comicios mexicanos históricos

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Presidencia de México

Las elecciones del domingo supondrán una consulta sobre su gestión

05 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

México celebra este domingo las mayores elecciones de su historia, que muchos ven en el país como una consulta sobre la gestión del presidente, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, tres años después de los comicios que le llevaron al poder.

Los mexicanos renovarán la Cámara de Diputados, 30 de los 32 consejos estatales, 15 gobernaciones y elegirán también a casi 2.000 alcaldes, en un proceso monumental, que se celebrará en medio de una pandemia que ha dejado 2,42 millones de contagios en México y más de 228.000 muertos, el cuarto mayor registro del mundo.

En las elecciones de medio término, el oficialismo suele resentirse. La gestión de la crisis del coronavirus podría, según los expertos, afectar al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador, pero, con todo, la mayoría de los sondeos prevén la victoria de la formación progresista.

Morena podría recabar el 41 % de los votos este domingo, según un consolidado de las principales encuestas publicado por la firma Oraculus, lo que podría bastar a López Obrador para seguir controlando el Congreso, con el sostén de otros partidos aliados.

El oficialismo se enfrenta a una oposición que sigue tocada, tres años después de las elecciones presidenciales. No han surgido líderes que hayan impulsado a los partidos tradicionales. Además, sobre ellos planea la sombra de la corrupción, tras la confesión del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, que relacionó a buena parte del establishment político del país con el caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Partidos tradicionales

El conservador Partido Acción Nacional (PAN), el centrista Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante la mayor parte del siglo XX, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), las formaciones tradicionales mexicanas, han creado una inusitada alianza para intentar arrebatar gobernaciones a Morena, sobre todo en el norte del país, donde han surgido importantes focos de descontento con la gestión de López Obrador. Los tres partidos, de muy diferente ideología, están haciendo campaña en clave de defensa de la democracia frente al autoritarismo.

Tienen difícil imponerse al oficialismo. El PAN y el PRI conseguirían el 17 % de los votos, cada uno, según el agregado de encuestas de Oraculus, situándose lejos de Morena aun combinando ambos resultados. El PRD alcanzaría, por su parte, el 4 % de los sufragios.

El presidente, cuya popularidad, mayor al 50 % en todas las encuestas, es superior a la de su partido, es el centro absoluto de la campaña. López Obrador ha sido señalado por el órgano electoral del país por no respetar la «veda electoral», es decir, por hacer proselitismo partidista en tiempos de elecciones, algo que está prohibido en el país para los cargos públicos. El presidente hace cada mañana sus «mañaneras», unas ruedas de prensa, que pueden extenderse durante horas, desde donde comenta los asuntos más relevantes del país.

La oposición le acusa de hacer campaña desde ese poderoso altavoz. El PAN incluso ha denunciado los hechos ante la Organización de Estados Americanos.

Existe, además, temor en México por una campaña que ha vuelto a ser objeto de violencia. Al menos 35 aspirantes a puestos de elección popular han sido asesinados en los últimos meses. Los candidatos han denunciado, casi 800 casos de amenazas, palizas o secuestros, cifras muy parecidas a las registradas en el 2018, en un país que está sumido desde hace varias décadas en una espiral violenta, que tampoco López Obrador está pudiendo atajar.

Si Morena renueva su mayoría absoluta, el presidente podría volver a impulsar algunos de sus proyectos más polémicos, como la reforma de la Justicia. Una derrota complicaría la gobernabilidad en los tres últimos años del sexenio de López Obrador.