Buckingham vetó a «personas de color y extranjeros» para altos cargos en la casa real

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Meghan Markle sonríe a la reina Isabel II, junto a su marido, el príncipe Enrique
Meghan Markle sonríe a la reina Isabel II, junto a su marido, el príncipe Enrique PAUL CHILDS | Reuters

Una investigación del diario The Guardian refuerza las sospechas de que la corona ha sido racista

04 jun 2021 . Actualizado a las 09:14 h.

Ser de piel blanca y de nacionalidad británica. Estos fueron algunos de los requisitos utilizados por el palacio de Buckingham para contratar al personal que trabajaría para la casa real, al menos hasta de la década de los 60, reveló el diario The Guardian.

El diario obtuvo de los Archivos Nacionales un documento, fechado en 1968, en el que el entonces responsable de las finanzas de la reina Isabel II, Charles Tyron, le informó, por escrito, a un alto cargo del Ministerio del Interior que «no era la práctica nombrar inmigrantes de color o extranjeros» en puestos administrativos y de responsabilidad en la institución, aunque se les permitía trabajar como sirvientes domésticos.

La admisión se produjo debido a que el Gobierno de la época, encabezado por el laborista Harold Wilson, intentó aprobar una legislación prohibiendo la discriminación por razones de raza y de nacionalidad para el acceso al trabajo, la vivienda y los servicios públicos; y ello provocó que la corona hiciera uso del llamado consentimiento de la reina, aseguró la investigación periodística. El consentimiento de la reina es una polémica prerrogativa que data de la época medieval y que permite a la monarca vetar legislaciones o proponer al Ejecutivo y al Parlamento modificaciones a los proyectos de leyes si considera que estas afectan sus intereses. La monarca logró ser eximida de cumplir las normativas antidiscriminación durante décadas.

A principios de año, The Guardian ya reveló que Isabel II y su hijo el príncipe Carlos, quien también puede ejercer esta potestad, habían objetado más de mil leyes en las últimas cuatro décadas.

Las revelaciones sobre los requisitos raciales y étnicos que Buckingham utilizó para contratar a su personal, hasta hace apenas cinco décadas, amenazan con aumentar la creencia de que miembros de la institución que son racistas. Unas sospechas que sembró la duquesa de Sussex, Meghan Markle, la primera integrante de la familia real mestiza.

En marzo pasado, la otrora actriz y ahora esposa de Enrique de Inglaterra, el hijo menor del heredero al trono y de la desaparecida Diana de Gales, aseguró en una entrevista con la afamada presentadora estadounidense Oprah Winfrey que un miembro de la familia real, quien no identificó, expresó preocupación por el color de piel que tendría su primer hijo, Archie.