La oposición israelí acuerda dejar fuera del Gobierno a Netanyahu

La Voz JERUSALÉN / EFE

INTERNACIONAL

Bennett y Lapid conversan durante la sesión parlamentaria para elegir el nuevo presidente
Bennett y Lapid conversan durante la sesión parlamentaria para elegir el nuevo presidente RONEN ZVULUN | Reuters

El Parlamento elige a Herzog para sustituir a Rivlin en la presidencia

03 jun 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

El líder de la oposición Yair Lapid, encargado de formar Gobierno en Israel, anunció ayer que logró cerrar un pacto con las fuerzas opositoras para crear un Ejecutivo que desbancaría del poder al actual primer ministro, Benjamín Netanyahu.

La nueva coalición de gobierno, compuesta de partidos de casi todo el arco ideológico -incluido un partido árabe por primera vez-, estará liderada por el ultranacionalista religioso Naftali Benet durante los dos primeros años y será reemplazado por el centrista laico Lapid durante los dos siguientes.

Poco antes de la medianoche, cuando acababa su plazo para conformar un Ejecutivo, Lapid, líder del centrista Yesh Atid, comunicó al presidente de Israel, Reuven Rivlin, que había logrado un pacto de gobierno en el que estarían implicados otros siete partidos de la oposición.

«Me comprometo con usted, señor presidente, a que este Gobierno trabajará para servir a todos los ciudadanos de Israel», dijo Lapid, que agregó que hará todo lo que esté a su alcance «para unir a todas las partes de la sociedad israelí».

El líder centrista informó también al presidente de la Knéset (Parlamento), Yariv Levín, y lo instó a convocar una sesión especial lo antes posible para llevar a cabo la jura del nuevo Ejecutivo.

Esta podría producirse tan pronto como la semana que viene o retrasarse un plazo de hasta doce días.

«Los felicito a usted y a los líderes de los partidos por su acuerdo para formar Gobierno. [...] Esperamos que la Knéset se reúna lo antes posible para ratificar al gobierno», respondió Rivlin.

Además de Yesh Atid y Yamina, el partido que lidera Benet, el próximo Ejecutivo estará compuesto por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, el centroderechista Azul y Blanco, el centroizquierdista Partido Laborista, el izquierdista y pacifista Meretz y el islamista árabe Raam.

Estos ocho partidos concentran un total de 62 escaños de una Cámara de 120, lo que significa una mayoría suficiente para gobernar, pero no garantiza una coalición estable.

A esto se agrega la diversidad ideológica de los partidos, que demoró hasta último momento el acuerdo alcanzado ayer y que podría continuar siendo un factor problemático en los días previos a la ratificación del nuevo Gobierno.

Si bien todos los líderes de los partidos miembros pusieron hoy su firma en el documento fundacional del nuevo Ejecutivo, los acuerdos entre ellos son de carácter político y no los comprometen legalmente, por lo que aún podrían revertir su posición o incluso votar en contra de su ratificación durante la jura.

De concretarse la formación de esta coalición, Benjamín Netanyahu abandonaría el cargo de primer ministro tras 12 años y pasaría a liderar la oposición a través de su partido, el Likud.

Además, Israel saldría de un bloqueo político de más de dos años que incluyó cuatro elecciones generales.

Herzog se impuso a Peretz

En paralelo a la incertidumbre sobre Netanyahu, Israel eligió a su nuevo presidente, el laborista moderado Isaac Herzog, que recabó 87 de los 120 votos de los parlamentarios y se impuso a la activista Miriam Peretz.

Isaac Herzog, un laborista moderado para presidir el país en el caos

El nuevo presidente israelí, Isaac Herzog (Tel Aviv, 1960), mezcla una vasta experiencia política, un discurso conciliador y una historia familiar, que serán los pilares en los se apoyará para ejercer una función que hoy se presenta especialmente relevante. Su tono sosegado y apaciguador ha sido una constante, no solo en las semanas previas a esta elección, sino durante toda su carrera política, que comenzó hace más de 20 años.

Desde entonces desempeñó múltiples cargos, siempre como parte de formaciones de izquierda o centroizquierda, incluyendo 15 años en el mítico y ahora debilitado Partido Laborista. En el 2013 ganó las primarias del laborismo y se convirtió en líder de la oposición, cargo que ocupó hasta el 2018. En esos años presentó un discurso opuesto, con formas más vehementes y agresivas, al del primer ministro Benjamin Netanyahu, por quien se vio eclipsado durante toda su carrera.

Una de las principales diferencias entre ambos fue la forma de abordar Herzog el conflicto palestino, frente al que siempre apostó por una aproximación diplomática, hasta el punto de que en el 2013, diez días después de convertirse en jefe de la oposición, se entrevistó con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y le expresó su apoyo a la solución de dos Estados, cada vez más denostada por la derecha israelí.

Otro elemento que ha caracterizado el discurso de Herzog ha sido la necesidad de mantener buenas relaciones con EE.UU., que resulta especialmente relevante en la actualidad, ante las diferencias por un posible retorno de Washington al acuerdo nuclear con Irán, eterno enemigo de Israel. A esto se suma su particular interés por las comunidades judías en el exterior, de las que muchos analistas dicen que Israel se ha distanciado en los últimos años a causa de sus políticas y a las que Herzog busca tender nuevamente la mano, algo que ha hecho en los últimos tres años como líder de la Agencia Judía, cuya misión es precisamente fortalecer los lazos con la diáspora y fomentar la inmigración judía hacia Israel.

El nuevo presidente presenta entre sus credenciales una larga historia familiar de figuras vinculadas a la política israelí. Aunque el cargo que ocupará en los próximos siete años es una mera función protocolaria, históricamente el presidente de Israel ha sido la figura que más representa el consenso dentro de la sociedad.