Pese a los obstáculos ideológicos y las luchas de poder, Lapid se mostró este lunes confiado en lograr un acuerdo de gobierno unitario, algo que deberá garantizar al presidente israelí, Reuvén Rivlin, antes del miércoles a medianoche, cuando expira su mandato como candidato a formar un Ejecutivo, cuya composición final deberá conformar en un plazo de siete días desde entonces.
«Podemos terminar esto la semana que viene. En una semana, el Estado de Israel puede estar en una nueva era con un primer ministro diferente», declaró este lunes optimista en su primera comparecencia tras cerrarse el domingo por la noche el acuerdo con Benet.
Netanyahu, que ya ha hecho historia como el primer ministro más longevo de Israel y el único juzgado en activo por corrupción, es en la actualidad también la figura aglutinante que haría posible una coalición de Gobierno sin precedentes, aunque solo sea para desbancarlo.