Alemania reconoce que el Ejército colonial cometió un «genocidio» en Namibia

María Molinos BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

Ceremonia del 2018 tras la recuperación de restos de las víctimas del genocidio en Namibia
Ceremonia del 2018 tras la recuperación de restos de las víctimas del genocidio en Namibia HAYOUNG JEON | Efe

Berlín pagará 1.100 millones de euros para el desarrollo del país africano

28 may 2021 . Actualizado a las 19:27 h.

Fue un genocidio y habrá compensación. Esto es lo que anunció este viernes el Gobierno alemán tras cinco años de difíciles negociaciones para tratar de cerrar un oscuro capítulo de su historia: la matanza de decenas de miles de hombres, mujeres y niños de las etnias herero y nama por el Ejército colonial del Imperio alemán entre 1904 y 1908.

El ministro de Asuntos Exteriores germano, Heiko Maas, avanzó en una declaración que Alemania ha alcanzado finalmente un acuerdo con el Gobierno namibio y que, además del reconocimiento de que estas atrocidades, desde el punto de vista actual, deben ser calificadas de «genocidio», Berlín pedirá perdón y desembolsará 1.100 millones de euros para un fondo de desarrollo económico para el país africano. «Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común», aseguró Maas tras reconocer que el acuerdo supone un «gran éxito». Así se ha logrado trazar un «camino común» para una «verdadera reconciliación en la memoria de las víctimas». «A la luz de la responsabilidad histórica y moral de Alemania, pediremos perdón a Namibia y los descendientes de las víctimas», afirmó.

Maas señaló que tanto el «reconocimiento de la culpa» como la «petición de perdón» son un «paso importante» en el proceso de reconciliación, aunque agregó que algo así no se puede hacer realidad por decreto. No obstante, revisar conjuntamente el pasado puede contribuir a la construcción común del futuro, afirmó el ministro de Exteriores. Las relaciones bilaterales entre ambos países, indicó, estaban lastradas «desde hacía tiempo» por esta cuestión.

El ministro de Exteriores explicó que Alemania va a financiar un «sustancioso programa» dotado con 1.100 millones de euros «para la reconstrucción y para apoyar el desarrollo» económico en las regiones del país africano donde se perpetraron estos crímenes, que nunca se recuperaron totalmente del período de dominio colonial alemán a principios del siglo XX. Estos fondos son, según Maas, un «gesto de reconocimiento» ante el «incalculable» daño causado.

El dinero no irá directamente a los descendientes de los damnificados del genocidio por empeño expreso del Gobierno alemán, que temía que reconocer oficialmente reparaciones por crímenes de guerra abriese la puerta a una oleada de demandas con la incertidumbre económica subsiguiente. En Namibia y en otros países. Por eso Berlín insistió en este ámbito, uno de los principales escollos de las negociaciones. Los representantes de los herero y los nama -que no participaban directamente de las conversaciones, pero mantenían contacto estrecho con la parte namibia- abogaron inicialmente por compensaciones individuales y amenazaron incluso con abandonar el proceso, pero finalmente han accedido a la propuesta alemana.

Está previsto que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, por su papel eminentemente protocolario pero también por su autoridad moral, viaje a Namibia cuando sea posible en condiciones de seguridad sanitaria. Allí participará en un acto conmemorativo en el Parlamento nacional, en donde pedirá formalmente perdón en nombre de Alemania.

Las negociaciones, que se abrieron en el 2017, han pasado por importantes altibajos y se han seguido con especial atención en Namibia. En Alemania la cuestión ha tenido un papel secundario, aunque la opinión pública estaba a favor de algún tipo de entendimiento.

En noviembre del 2019 el Bundestag utilizó por primera vez la palabra «genocidio» para referirse a esta masacre.

Los expertos estiman que entre 1904 y 1908 las tropas del emperador alemán Guillermo II masacraron a unos 75.000 integrantes de estas dos etnias de la actual Namibia después de que se rebelaran contra el dominio colonial alemán. Los muertos supusieron más del 80 % de la población herero y el 50 % de la nama. Unos fueron asesinados, otros internados en campos de concentración y algunos abandonados a su suerte en el desierto. El plan de exterminio sistemático que el Imperio alemán ejecutó allí prefiguró otras limpiezas étnicas del siglo XX.