Netanyahu no cede a la presión de Biden para frenar la ofensiva sobre Gaza

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Familiares de un joven de 19 años muerto en los bombardeos israelies.
Familiares de un joven de 19 años muerto en los bombardeos israelies. Europa Press

El primer ministro señala en que antes de declarar un alto el fuego debe garantizar la seguridad de Israel

19 may 2021 . Actualizado a las 21:32 h.

Después de diez días de ofensiva, 227 muertos, miles de heridos y decenas de miles de desplazados en la Franja de Gaza, Joe Biden mantuvo este miércoles una cuarta llamada telefónica con Benjamín Netanyahu para decirle que esperaba «una importante desescalada que lleve a un alto el fuego». Biden habría adoptado «un tono más duro» con Netanyahu, y le habría dicho que las críticas por una ofensiva de estas dimensiones solo se pueden contener durante un tiempo limitado. EE.UU. lleva ya varios días recomendando a Israel terminar con las operaciones lo antes posible, pero los israelíes hacen caso omiso.

La respuesta de Netanyahu a la presión estadounidense fue aclarar que «solo hay dos posibilidades para hacer frente a Hamás: bien conquistar [Gaza], y eso es siempre una posibilidad, o bien la disuasión, y actualmente estamos inmersos en una disuasión firme». El dirigente conservador repitió un día más que «tengo la determinación de continuar hasta lograr devolver la calma y seguridad a los ciudadanos de Israel».

Los principales canales israelíes informaron durante todo el día de un supuesto acuerdo de tregua con la mediación de Egipto que debería entrar en vigor a las seis de la mañana de hoy. Las facciones islamistas habrían exigido el compromiso israelí de no realizar asesinatos selectivos, mientras que Israel habría puesto sobre la mesa que Hamás dejara de lanzar cohetes para el cese de las hostilidades. Ambas partes habrían rechazado estas demandas.

A diferencia de las tres operaciones anteriores, en esta ocasión Israel no habla de «acabar con Hamás», lo que busca es debilitar al máximo la capacidad militar de un grupo islamista que ya ha lanzado más de 3.500 cohetes y morteros, ha matado a doce personas y obligado a mantener semicerrado el aeropuerto de Ben Gurión. Hamás, también, logró sorprender al Ejército con su ultimátum del día 10, el lanzamiento de cohetes sobre Jerusalén.

«Buscamos reducir sus capacidades, sus medios terroristas, y disminuir su determinación. Esperamos poder restablecer la calma rápidamente», apuntó un primer ministro israelí a quien la ofensiva le ha servido para superar un complicado momento político ya que la oposición estaba a punto de formar un Gobierno de cambio que le dejaba fuera de escena. Esta posibilidad se ha esfumado y Netanyahu sale reforzado tras la ofensiva.

Otro dirigente importante del Likud como el ministro de Energía, Yuval Steinitz, se mostró partidario de anunciar un alto el fuego unilateral «sin condiciones», nunca negociado porque «no debemos buscar otro acuerdo con Hamás. De esta forma, si mañana Yahya Sinwar y Muhamad Deif (jefe político y militar de Hamás, respectivamente) tienen una disputa y quieren demostrar quién es más atrevido romperán el acuerdo sin pestañear». Este alto el fuego sería de nuevo temporal, ya que Steinitz ve inevitable que «en algún momento» habrá que realizar una operación para conseguir «la toma» de Gaza.

A diferencia del 2008 y el 2014 esta vez parece que no se contempla una invasión terrestre y fuentes del Ejército consultadas por el diario Haaretz afirman que en estos diez días «ya hemos conseguido todo lo que se puede conseguir en una campaña de bombardeos aéreos». El gran éxito militar es la destrucción de buena parte de la red secreta de túneles de las facciones islamistas.

Asesinatos selectivos

Pero hasta que las armas callen, Israel seguirá persiguiendo el asesinato selectivo de Sinwar y Deif, los primeros nombres en la lista.

El Ejército reveló que han intentado en dos ocasiones acabar con el responsable del ala militar de Hamás, aunque no han tenido éxito. Deif lleva más de tres décadas en el punto de mira y han intentando asesinarle en al menos ocho ocasiones.

En una de ellas resultó gravemente herido, perdió un ojo y una mano, pero sobrevivió y se ha convertido en todo un icono de la resistencia armada. En otro intento de asesinato sufrido en el 2014, Israel mató a una de sus mujeres y a uno de sus hijos, detallaron fuentes de la seguridad israelí al diario The New York Times.

Frontera libanesa

Con todos los ojos puestos en el frente gazatí, las alarmas sonaron a media tarde del miércoles en el norte de Israel por el lanzamiento de cuatro cohetes desde Líbano. Nadie olvida la guerra del 2006 entre Hezbolá e Israel, aunque en este caso fuentes de inteligencia locales no vincularon al Partido de Dios con estos lanzamientos.

Es el tercer incidente de este tipo que se registra en los últimos diez días y el Ejército respondió disparando contras los lugares de donde salieron unos proyectiles que no causaron daños.

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Tregua temporal

Otro dirigente importante del Likud como el ministro de Energía, Yuval Steinitz, se mostró partidario de anunciar un alto el fuego unilateral «sin condiciones», nunca negociado con Hamás. Esta tregua sería de nuevo temporal, ya que Steinitz ve inevitable que «en algún momento» habrá que realizar una operación para conseguir «la toma» de Gaza.

A diferencia del 2008 y el 2014 esta vez parece que no se contempla una invasión terrestre y fuentes del Ejército consultadas por el diario Haaretz afirman que en estos diez días «ya hemos conseguido todo lo que se puede conseguir en una campaña de bombardeos aéreos». El gran éxito militar es la destrucción de buena parte de la red secreta de túneles de las facciones islamistas.