Al menos 90 heridos en Jerusalén en la segunda jornada de enfrentamientos entre palestinos y la Policía

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

Este repunte de las tensiones se debe a que un tribunal israelí determinó que 50 residentes palestinos tienen que abandonar sus viviendas porque pertenecían a judíos antes de 1948

09 may 2021 . Actualizado a las 14:31 h.

La oleada de violencia sigue asolando Jerusalén a pesar de las peticiones de la comunidad internacional a la calma entre israelíes y palestinos. Tras la jornada del viernes que dejó más de 200 palestinos y cerca de 20 policías heridos en enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, la noche de este sábado también ha dejado al menos 90 palestinos heridos por nuevos altercados.

Los disturbios se han centrado en la zona de la Puerta de Damasco, donde la Policía israelí ha lanzado gases lacrimógenos y ha disparado balas de goma, dejando casi un centenar de heridos,  20 de ellos han tenido que ser hospitalizados. Ya por la tarde se esperaba un recrudecimiento de la situación, al ser interceptados por la Policía varios autobuses que trasladaban a palestinos a la Explanada de las Mezquitas --lugar conocido como Monte del Templo por los judíos-- que se dirigían a las protestas y que posteriormente bloquearon una carretera. Además, varias personas han sido detenidas tras los rezos de la noche y durante los enfrentamientos con la Policía israelí. Según los medios local, se llegaron a reunir en esa zona cerca de 90.000 palestinos.

Asimismo, alrededor de las 01:30 hora local, se lanzó un cohete desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel y el Ejército de Israel respondió en represalia con un ataque a un puesto militar de Hamás. Por otra parte, al menos tres palestinos han resultado heridos de bala por disparos de las fuerzas israelíes cerca de la frontera en la Franja de Gaza, desde donde se lanzaron varios globos incendiarios.

Los enfrentamientos del viernes estallaron después de que la Policía israelí irrumpiera en la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, y ante la negativa de palestinos a abandonar el lugar tras los rezos nocturno en protesta por los planes de desahucio de familias palestinas en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este. En este barrio también tuvo lugar otra protesta en la que tuvieron que actuar los antidisturbios y dos palestinos resultaron detenidos.

La situación ha llevado al líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniya, a advertir a Israel de que «pagaría un precio», por estos hechos. «Netanyahu: no juegues con fuego», ha dicho. Ante esta advertencia, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, respondió que las autoridades solo «actúan con responsabilidad para garantizar la ley y el orden en Jerusalén».

El barrio de Sheij Jarrá y otras zonas de Jerusalén Este han sido escenario de este repunte de las tensiones durante los últimos días después de que un tribunal israelí determinara que cerca de 50 residentes palestinos tienen que abandonar sus viviendas argumentando que estos inmuebles  pertenecieron a judíos antes de 1948.

Por su parte, la Unión Europea y Estados Unidos pidieron con urgencia rebajar las tensiones en la Ciudad Santa, que desde el inicio del mes sagrado de Ramadán, que termina el próximo día 12, vive una peligrosa escalada. La UE insistió en que «los líderes políticos, religiosos y comunitarios de todas las partes deben mostrar moderación y responsabilidad y hacer todo lo posible por calmar esta situación volátil».

La Policía israelí se encuentra este domingo en situación de máxima alerta ante la posibilidad de que se repitan los incidentes violentos de esta pasada noche en Jerusalén, a pocas horas del inicio esta noche de la festividad israelí que conmemora el 54 aniversario de la unificación de la ciudad.

El evento principal del lunes, la llamada Marcha de la Bandera, generalmente atrae a decenas de miles de personas la Ciudad Vieja de Jerusalén, incluido un gran contingente de nacionalistas religiosos judíos. Antes, no obstante, se esperan concentraciones de multitudes en varios puntos de la ciudad.

 El ministro de Defensa, Benny Gantz, realizó una evaluación de la situación de seguridad con altos funcionarios del Ejército, la Policía y el servicio de seguridad Shin Bet, para concretar refuerzo del número de tropas como parte de los preparativos para una posible escalada. «No se puede permitir que los extremistas de ambos lados provoquen una escalada de la situación», ha indicado Gantz en un comunicado recogido por Times of Israel. «Israel seguirá actuando para preservar la libertad de culto en el Monte del Templo y, al mismo tiempo, no permitirá que el terror destruya el orden público».

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también se ha pronunciado sobre este conflicto y ha descrito a Israel como un «estado terrorista» en un duro discurso. «La cruel Israel, el estado terrorista de Israel, está atacando de manera brutal e inmoral a los musulmanes de Jerusalén», declaró el mandatario turco. «Cualquiera que apoye indirectamente los ataques del Estado israelí al guardar silencio o no mostrar una actitud significativa en contra no es más que un socio de esa persecución», añadió. Y solicitó a Naciones Unidas, a la Organización de Cooperación Islámica y otras organizaciones internacionales que tomen medidas porque «un mundo que no puede proteger a Jerusalén y a los musulmanes se ha traicionado a sí mismo».